¿Ah no? Ése eres tú.

—Sólo porque hizo eso le volvió a desórdenes el pelo, enfadada. No gustaba sentir repugna hacia su persona.—

Están bien, no necesitan las vea las 24h.
Necesitas tú más eso que las ratas.

— Claramente, tú no tienes un colector de señal.

Pasó de vuelta la mano tras su nuca, como ordenando el cabello donde ella pasó la mano. Entre que hacía, se le quedó mirando por el rabillo del ojo.

– ¿No deberías estar cuidando a esas asquerosas ratas?

[ Estúpido, muy estúpido corrector. (╥﹏╥) ]

Te digo que cuando tocas la punta del colector de señal en un radio suele funcionar mejor... Tal vez contigo también. —Qué difícil era sacarle una sonrisa pero no se iba a rendir.— No intento nada; obviamente te estoy bromeando. —Apartó la mano lentamente ya que le dio un escalofrío.—

Entre más cercanía, más reacio al contacto. Y no es que lo exprese apartándose, pero la arruga de su entrecejo se ve acentuada; pareciera cuestión de tiempo para que en un exabrupto le suelte un golpe.

— ¿Qué intentas?

Auch... Rommel. —Frunce el ceño, quejándose un poco pero ni por eso se detuvo.— Probemos como los radios... —Le toca en la nuca— Cuando tocaba la punta de la abre a solían coger mejor señal.

Y sí. Lo terminó irritando. Lo suficiente como para que le aparte con el antebrazo, haciendo esa icónica jeta suya de hastío.

— Nadie se ríe de tu gracia.

¿No tiene señal el cerebro? —Molesta—