‒Entre sus palabras y sus acciones, Zoeel logró descolocar por completo a la ex paladín, al recibir aquel abrazo su cuerpo se tensó de manera instantánea, como si el contacto la hubiera vuelto piedra por un par de instantes, no supo que hacer, bajó la mirada para observar la cabeza ajena, ese cabello azabache tan largo que parecía una cortina cubriendo los hombros de la pálida chica ¿Cuan tierna podía ser alguien que a veces no parecía tener expresión alguna? De a poco subió sus brazos para estrechar a la chica, acarició suavemente su cabeza sin saber que decir en realidad, o como actuar.‒ ¿Yo? ¿Como puede ser que sea yo quien te inspire ese tipo de cosas?..

Nuevamente su perfecto rostro tal cual muñeca de porcelana tomó esa expresión un tanto inmutable propia de su naturaleza, no comprendía muy bien a veces lo que Nanna le decía. Ya qué por más familiarizada que estuviese con los elogios por su aspecto, Zœel se consideraba básica. ─ Eso ha sido poetico, inevitablemente termino siendo destructiva cuando solo me empeño en hacer cosas 'buenas',Solo al verte recuerdo un poco esa humanidad qué me hace comportar de una buena manera─Ahora fue ella quien se acercó para abrazar a Nanna con suma cálidez por debajo de los brazos como quien más bien halla refugio─Por eso quiero tanto a Nanna y quiero que sonria en medio de la adversidad─

‒Era curioso ver a la joven tan expresiva, le recordaba de alguna manera a la época en donde ella podía demostrar más que solo un rostro vacío, pero no era momento de recordar eso, ahondar en su desgracia solo le haría sentirse mal en ese preciso instante y no quería eso.‒ Creo que si podría serlo, pero... seguramente más de una persona estaría más que dispuesta a perderse en ese mar de rubí que tienes dentro de los ojos.

La azabache observó el bonito rostro de Nanna, sus ojos parecían grandes espejos en dónde se reflejaba el rostro contrario. No se intimidó frente al tacto al contrario le dio mucha felicidad ver como ella estaba tan familiarizada con su persona ─ Eso suena peligroso, tanto como un destino final muy cruel─ Entrecerró sus parpados para reír con demasiada delicadeza, frente a Nanna era más espontanea.

‒Mantuvo el silencio por un par de segundos para luego negar con ligereza a manera de respuesta, dirigió su mano hacia el rostro ajeno y acarició su pómulo derecho, de manera suave, un roce tan sutil que podría incluso ser inexistente.‒ No, no dan miedo... creo que alguien podría perderse en ellos si no tiene cuidado.

Tienes unos ojos tan profundos Zoeel...