-Qué tan curiosa puede ser una sombra en la noche, cuán atrevidos son los movimientos sutiles de una serpiente rastrera, no, de una rata fuera de su escondrijo. Un danzante carmesí parece atravesarse entre ramas y arbustos, evadiendo la luz de la luna. Una figura peligrosa se va, matices tan claros que repugnan a la oscuridad, siendo que él era tinieblas aún al atravesar el umbral de luz blanca que precedía a ese claro entre la vegetación.- Otra vida cae en las manos equivocadas. -El murmullo de hace eco en donde no debería haber siquiera algún rebote de sonido. El hombre con ropajes azabaches y máscara roja de Oni se acercó a la víctima para presenciar su muerte en calma. Se puso de cuclillas sobre el charco de sangre que crecía poco a poco.- Pero tu espíritu estará en las indicadas. -Parece atisbar a dar consuelo, pobre el incauto que crea las palabras de un Kasha 火車 que sólo quiere alimentarse de la maldad ajena.-

La sangre de aquella traidora fue derramada sin piedad por el terror y la ruina —........... — un largo silencio fue disfrutado por los oídos de la asesina que contemplaba a la víctima que se arrastraba a sus pies con el cuello degollado sin habla, buscando con su diestra tocar los blancos atuendos de Osoroshi en una intento agónico he inútil de pedir socorro y piedad, pero la muerte era la más justa y recta de entre todos y todas y ni por mera lástima se dejaría conmover —........ — así que Osoroshi se dio la vuelta y se alejó lentamente dejándola a su suerte.

Ah, huele a sangre.