-El aroma era delicioso y ni siquiera dijo un pero cuando ya lo estaba jalando o eso intentaba hacia la panadería.-

— Trato. —
Con una sonrisa de lado dejaba pasar el incidente. Más importante que eso era que percibía un agradable aroma a mantequilla y hierbas italianas; provenía de una panadería

— Uy, ese olor. Huele a focaccia. Vamos a investigar, muero de hambre. —

Gran filosofía.

-Se dejo acariciar por breves minutos con un pequeña sonrisa.-

No lo volveré a hacer..

— ¡Jajaja! "Juegos de manos son de villanos"... —

Le soltó, por supuesto, para luego consolarla con una breve caricia en la cabeza.

— O eso solía decir mi abuela. —

¡Kya! -Chillo ligeramente cuando le jalo el cabello haciéndole lagrimear (?)-

— Júm. ¡No fue amable! —

Incrédulo de la brecha de género, le regresó el jalón de cabello. No fuerte, pero lo hizo. Mismo sigma [?]

¡P-perdón!