— Libres o atadas, no importa como tengas las manos, se bien que el milagro sería no ver tus berrinches cuando no puedas cambiar la expresión en mi rostro, como sea ¿Cómo planeas liberarte de tu enrredo, santa caída?

— Llámalo un ''milagro'', pues de tener mis manos libres no quedaría rastro de esa repugnante cara burlona. ¿Te satisface esa respuesta?

— Jajajaja ¿Descuidos? Vaya palabra has elegido para justificar tu incompetencia, aunque tranquila, guarda tu afilada lengua, solo vengo a observar, después de todo, no siempre das tan interesante imagen

— ¡Cállate!, Fue un descuido que a cualquiera puede sucederle... ¿Sólo viniste a molestar?

— Que inesperado es encontrarte de esta forma, no esperaba que alguien atrapará de esa forma a la bruja de Orleans.