Él la escuchaba y entendía sus palabras a pesar de la poca importancia que le daba. Suspiró pesadamente y pensó que sería interesante ver algo como eso. ¿Un dragon que cumple deseos? Si claro,pensó de forma sarcástica. Estaba concentrado en su fogata cuando de la nada se apagó. Miró la explosión y después aquella pequeña casa que apareció de la nada. Estaba totalmente sorprendido de aquella tecnología. Abrió su ojos bueno y miró a la mujer decirle todas esas cosas.

—Esto es de locos. -

Dijo a la par que olfateaba su propia axila comprobando que, en efecto, apesataba y es que hacía días que no se bañaba.

—¿De verdad puedo tomar una ducha aquí? ¿Tu harás la comida? Muero de hambre. -

Añadió más como una orden. Miró el interior y seguía sin dar crédito a aquello, era la primera vez que veía algo como eso así que se dio la libertad de sorprenderse como era debido.

—Nada mal, pelo azul. -