« Back to Album · Next »
Newest First | Oldest First
en ese mismo palacio, en alguna recóndita habitación.

Copos de nieve descendieron al rededor en una suave y lenta brisa que fue violentándose con el carácter irregular de Elsa.
La mirada de Elsa osciló por cada rincón de la perfecta arquitectura que, sin demasiada intención, comenzó a adornar con una fina capa de nieve. Era extremadamente difícil mantener en equilibrio sus emociones y pensamientos; por un lado, la ansiedad y miedo de no encontrar a Anna pesaban y, por el otro lado, trataba de enfocarse en descubrir a qué lugar había llegado.

De pronto, su decisión quedó mancillada por una voz grave que no solo descompuso la expresión de su rostro, también lo hizo con sus poderes.

Dio media vuelta. Sus manos quedaron extendidas al frente, con los dedos bien abiertos. Estaba lista para defenderse.


— Anna — Respondió tajante. Sus ojos se concentraron en aquel hombre. — Mi hermana. ¿Dónde la tienen? — Fue el miedo quien orilló a Elsa a suponer que su hermana se encontraría en ése mismo universo, ...
SW-User
sus palabras con algunos pasos al frente, desvelando su posición. Tal vez habló su genuina buena fe, o tal vez lo hicieron sentimientos menos honestos; una cosa estaba garantizada, y es que el gélido sendero que dejaba la reina despertó en Loki muchas cosas-

Aunque... Es adorable. ¿Quién quieres que te encuentre?

SW-User
-La dramática revelación de su procedencia no fue mas que el inicio de un caos sin final. Loki entró a la familia real de Asgard como un añadido, un objeto en pos de la paz con Jötunheim, y eso estaba condenado a ser: el fallido as en la manga de Odín.

Muchas cosas habían pasado desde entonces. El objetivo de su resentimiento por sentirse insuficiente se había trasladado; fue el difunto rey de Asgard quien creó todas esas diferencias, y no Thor, a pesar de beneficiarse de ellas.

Ahora, nuevamente, volvía a hacer las cosas solo. A pesar de todo, aún había asperezas que limar en su relación con el dios del trueno y esto, de una forma u otra, siempre los empujaría a terminar separándose-

No me pasearía así por aquí si fuese tú.

-Levantó la voz, dejándola resonar entre las paredes de los edificios contiguos. Su llamada de atención podría resultar demasiado abrupta para la angustiada mujer, pero Loki siempre estuvo dispuesto a tomar riesgos.

Acompañaría [...]
latiendo a prisa, se aventuró a investigar. ¿Cuánto tiempo había corrido? ¿Anna estaría bien?

Anna...

Pensar en su hermana despertó el temor innato de Elsa, materializándose en un rastro helado marcado por su paso. Encontraría a su hermana en ese nuevo reino , a como diera lugar.

tras recibir constantes rechazos a una muestra de afecto? Los ojos de Elsa se mantuvieron fijos en Anna, quien de un momento a otro pareció cobrar esos colores otoñales en su mirada e intentaban derretir la naturaleza de la reina. — Anna... — Conmovida, dejó de profesar su amor por ella antes de que sonase como una perorata, y permitió que el objeto mágico se encargara de enclaustrar sus poderes. Al menos se llevaría el rostro de Anna como último recuerdo, pues su tía se encargó de alterar las memorias de Elsa para asegurarse la victoria.

[...]

Elsa abrió los ojos. El albor de una nueva mañana acarició sus mejillas y creyó, por un instante, estar regocijándose en la tersura de su habitación. Inmensa fue la sorpresa que se llevó al aclarar la mirada y darse cuenta de que no estaba más en Arendelle. ¿Qué reino era ése? Pudo encontrar semejanzas, mas nada que concretara una respuesta. Elsa se colocó de pie, alisándose la falda del vestido y, con el corazón...


Tal vez había exagerado sus deseos por mantener a Anna fuera de peligro, pero ¿cómo evitarlo? Su hermana era la persona que más amaba en todo el mundo y pensarla en riesgo —por culpa de sus inseguridades— instalaba un miedo profundo en ella.

Quizás si confiase más en las habilidades de Anna no se encontraría en esa situación, donde un hechizo cegó el lazo fraternal entre ambas y, a cambio, dejó expuesto el resentimiento más puro que Elsa pudo conocer en su vida. Cada palabra, cada reclamo que salía de los labios de Anna era un peso extra en su espalda. Era como si estuviesen colocando bloques de hielo que Elsa no podía manipular y quitar del camino.

¿Todo eso era cierto? ¿Anna mantuvo tanta ira contra ella, encerrada durante años? Si lo pensaba unos instantes, mientras sus pies retrocedían para salvaguardarla de un futuro encierro en la urna mágica, Elsa encontró natural esa reacción en su hermana menor. ¿Quién no acumularía enojo y tristeza en su corazón...

Add a comment...
 
Send Comment