l1556224 is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
Dios del Sol
About Me Notes
About Me
[med]FEBO APOLO[/med]




[code]Nombre : Apolo
Edad : Era del Mito
Padres : Zeus y Leto
Hermanos : Artemisa (Melliza), Athenea, Hermes, Abel. Ares (Entre otros)
Lugar de nacimiento : Isla Delos
Rango : Dios Olímpico
Cargo : Dios del sol. las Artes, la Música, La Profecía, La Luz, Las Plagas. La Curación, La Razón, La Verdad , La Adivinación.
Símbolos : El Sol ☼ , El arco y la flecha.
Santuario : Monte Parnaso, Oráculo de Delfos
Animales consagrados : La serpiente, El cisne , Los cuervos y el Delfín.


.[/code]



[code]Era descrito como el dios de las artes, del arco y la flecha, que amenazaba o protegía desde lo alto de los cielos, siendo identificado con la luz de la verdad, tal es como se lo representaba con el Sol. Era temido por los otros dioses y solamente su padre y su madre podían contenerlo. Era el dios de la muerte súbita, de las plagas y enfermedades, pero también el dios de la curación y de la protección contra las fuerzas malignas. Además, era el dios de la belleza, de la perfección, de la armonía, del equilibrio y de la razón, el iniciador de los jóvenes en el mundo de los adultos, estaba conectado a la naturaleza, a las hierbas y a los rebaños, y era protector de los pastores, marineros y arqueros.[/code]

Δρσlσ





[code][med]HIMNO A APOLO[/med]

¡Salve, Leto bienaventurada, porque pariste hijos ilustres: Apolo soberano y Ártemis, diseminadora de dardos, a la una en Ortigia, al otro en la rocosa Delos, cuando te apoyaste en la gran montaña y en la altura del Cinto, muy cerca de la palmera, cabe las corrientes del Inopo!

¿Cantaré tal vez cómo al principio Leto te parió, gozo para los mortales, apoyada sobre el monte Cinto en la isla rocosa, en Delos, ceñida por las corrientes? Cuantos pueblos acoge Creta en su suelo, y la comarca de Atenas, la isla de Egina, Eubea …Egas, Iresias y Peparetos… la tracia Samos… Esciros, Imbros… y la brumosa Lemnos, la sacra Lesbos… y Quíos…, la acuosa Samos… Cos… y Cárpatos, la ventosa, Naxos, Paros y la rocosa Renea: toda esa distancia recorrió Leto, urgida por el parto del Certero flechador, por si alguna de estas tierras quería erigirse en morada de su hijo. Más ellas temblaban sobremanera y tenían miedo. Ninguna, por feraz que fuera, se atrevía a acoger a Febo, hasta que llegó la venerable Leto a Delos y, preguntándole, le dijo en aladas palabras:

Así habló. Se alegró Delos y en respuesta le dijo: - Siento naturalmente un terrible temor en mi fuero interno y en mi ánimo, no sea que , tan pronto como (Apolo) vea por primera vez la luz del sol, juzgando la isla indigna –pues soy realmente un puro pedregal- derribándome con sus pies, me eche a las profundidades del mar. Entonces un gran oleaje sobre mi cabeza me tendrá por siempre totalmente sumergida, y él marchará a otra tierra que le agrade para procurarse un templo y boscosas arboledas.

Así habló, y Leto pronunció el gran juramento de los dioses: - ¡Sépalo ahora la tierra y desde arriba el ancho cielo, así como el agua que se vierte de la Éstige! (ése es el mayor juramento y el más terrible para los dioses bienaventurados). En verdad que habrá aquí por siempre un altar fragante de incienso y un santuario de Febo. Y te honrará más que a todos los demás.

De modo que, cuando hubo jurado y acabado de pronunciar el juramento, Delos se regocijó sobremanera por el nacimiento del Certero Soberano.

Fue entonces, en cuanto llegó a Delos Ilitía, provocadora de las angustias del parto, cuando a Leto le sobrevino el parto y sintió el deseo de dar a luz. En torno a la palmera echó ambos brazos y apoyó las rodillas en el blando prado. Sonreía la tierra bajo ella. Saltó él fuera a la luz y las diosas gritaron todas a una… No amamantó su madre a Apolo, el del arma de oro, sino que Temis le ofreció el néctar y la deliciosa ambrosía con sus manos inmortales… Y enseguida Febo Apolo les dijo a las inmortales: - ¡Sean para mí la cítara y el curvado arco! ¡Y revelaré a los hombres la infalible determinación de Zeus!

Toda Delos se cargó de oro, mientras contemplaba al vástago de Zeus y Leto, por la alegría de que el dios la hubiera escogido como casa en lugar de las islas o el continente.

Tú, Febo, regocijas tu corazón especialmente en Delos, donde en honor tuyo se congregan los jonios de arrastradizas túnicas con sus hijos y sus castas esposas. Y ellos, con el pugilato, la danza y el canto, te complacen, al acordarse de ti cuando organizan la competición. Quien se halle presente cuando los jonios están reunidos, podrían decir que son inmortales y están exentos por siempre de la vejez. .

Y más aún, una gran maravilla, cuya gloria jamás perecerá: las muchachas de Delos, servidoras del Certero flechador, las cuales, después de que han celebrado el primero a Apolo y luego a Leto y a Ártemis diseminadora de dardos, acordándose de los varones y las mujeres de antaño, entonan un himno y fascinan a las estirpes de los hombres.

Sedme propicios, Apolo, junto con Ártemis... Y en adelante acordaos de mí cuando alguno de los hombres de la tierra, un extranjero que llegue aquí después de haber sufrido mucho, os diga: -¡Muchachas! ¿Quién es el más dulce varón de los aedos que aquí os frecuentan y con el que más os deleitáis? Vosotras todas.
[/code]