[i]Kotaro, había comenzado su búsqueda de quienes fueron sus padres, como lo que sucedió después de su secuestro. Ahora en Osaka aprovecharía en recorrer cada calle buscando información, esperando también encontrarse con conocidos.
Al ir caminando cerca de restaurantes, cafés, entre otros, buscando en donde entrar para disfrutar de una buena comida después de un largo viaje; camina distraído, tarareando una melodía que escucho al llegar al aeropuerto de Japón.[i] [sigo abajo..]
Mantuvo la mirada el blanco cielo de la habitación, concentrado en los últimos informes que logro obtener de su investigación, pero el estómago, el pelinegro, da retorcijones por falta de alimento.──
—uhm… Hambre, olvide comer…
──Ahora se encontraría nuevamente en la calle, buscando en donde podría comprar comida, ya que en el hotel la hora de la cena había terminado y no le podían facilitar por acercarse la media noche. Llega justo a una esquina en donde esperaría que el semáforo cambiara a rojo para cruzar hacia el frente, e ir a una pequeña tienda de conveniencia; ignoraría por completo que había viejos compañeros de trabajo cerca, quizás vigilando cada movimiento que hacía el ex asesino a sueldo.──
El albino ha logrado acomodarse en la habitación del primer hotel que encontró, se había cansado de buscar más que en caminar. Ya en la habitación reviso cada espacio para asegurarse que fuese un espacio seguro [mala costumbre.]
Olvidando sé por completo de que debía dejar un aviso en recepción; se dispone a descansar sobre la cama, quedando de espalda, suspirando con suavidad. ──
