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— ¡Aaaaaagh! ¡Beso de niña! — rezongó el muchacho dramatizando y exagerando aquel hecho, mientras alzaba sus manos al aire. Por un instante parecía tan infantil aquel chico que era difícil de creer que éste había entrenado a la chica a controlar su cosmos. Incluso se había tirado al suelo, revolcándose como un perro en un baño de tierra para ensuciarse más.

Pasado aquel momento de des-estrés, Markab le miró de nueva cuenta, esta vez alzando sus pobladas cejas al escuchar que ahora tenía que trabajar como peinador personal y sin paga. — ¿Ah? ¿Peinarlo? Pero no soy estilista. — Musitó tratando de mantener una seria expresión.
SW-User
Al presenciar su reacción, se echó a reír a carcajadas, llevando incluso las manos sobre su estómago, pues era tan gracioso ver a Markab actuar de esa manera. Por un instante toda esa oscuridad, dolor y tristeza que se solía percibir en el cosmos de la joven diosa se apaciguó y un cálido y agradable cosmos reemplazó todo ese mal que se había sembrado en ella desde su nacimiento, desde que por primera vez dio un soplo de vida en el mundo.

El cabello lila de la joven diosa se ondeaba con el viento que corría en el santuario, acto que le daba una profunda imagen de inmensa belleza y delicadeza, tal como si estuviesen viendo a una cándida y feliz diosa, lo que se supone que debía ser desde un principio.

Una vez que dejó de reírse, una vez más ladeó su cabeza y sonrió para Markab.

— Me la debías por despeinarme. Ahora deberás cepillar mi cabello, Markab.
— ¡AH! ¡No te quejes! — Responde mientras hacía ese acto conocido como "cerillito", aunque el hecho era que no quería que ella viese su expresión, la cual se había mostrado algo nervioso ante la delicadeza de aquel momento en que le agradecían. No entendía lo que afloraba en su interior, por lo que le dio por actuar de un modo infantil.

No fue por mucho tiempo, terminando aquel acto sobre ella, éste retiró sus nudillos de su cabeza, mostrando una ladina sonrisa, un tanto burlona ante el desastroso resultado sobre el cabello de ella. Sabía por buenas experiencias que las chicas eran muy vanidosas con el cabello, por lo que había dado al clavo. Aunque pronto aquella sonrisa se borró de su rostro al verla acercarse, dio un paso atrás, incluso había colocado sus palmas al frente para protegerse, y de pronto... un tremendo y resonado beso se colocó en su mejilla. — ¿Eh? ¡Ah! ¡Espera, no! ¡Aaagh!— dijo exageando su reacción.
SW-User
Ocultó ambos ojos tras sus párpados, un pequeño gesto que hizo al este frotar los nudillos sobre su cabeza, haciendo que sus cabellos se revolvieran y terminara totalmente despeinada, así que en un tono infantil y molesto, replicó.

— ¡Markab! ¡Me has despeinado!

Abrió de golpe sus ojos, denotándose en estos la molestia que sentía, pero a la vez era acompañado por una mejillita inflada, en efecto, se estaba comportando como una infante ante el caballero, y realmente no le importaba y no le molestaba, eso denotaba que sentía mucha confianza en él y bien podía ser un poco más natural al lado de su caballero, el único que por ahora le acompañaba.

Y, finalmente, como venganza, sabiendo que seguramente le molestaría o le avergonzaría, se aproximó al caballero y le dio un efímero beso sobre su mejilla; un beso dulce que terminó por tronar al apartarse.

— ¡Muack! ~
Para entonces había estado observando su puño, con la incertidumbre de si podría alcanzar aquel nivel al que ella se refería, aunque también, se preguntaba si había hecho lo correcto al enseñarle a aquella chica a controlar su cosmos como cualquier caballero lo haría. O si sus enseñanzas habían sido mediocres; aún cuando ella expresaba lo agradecida que estaba.

— ¿Qué dices? Esto no... es.. — replicó deteniéndose. No le había visto hasta ahora que subió su mirada, entorpeciendo su respuesta al notar aquella sonrisa que se mantenía frente a él. No sabía que pasaba, o porqué tan repentinamente le hacía detenerse por un momento y tratarle con un poco más de gentileza o cercanía. — ... N-No es para tanto. — dijo frotando sus nudillos sobre la cabeza de ella como haría con cualquier otro amigo.
SW-User
— ¿Tú crees?

Esbozó una gran y afable sonrisa que era acompañada por un tenue rubor en sus mejillas. Era cierto que se había tomado en serio eso de entrenar y ser mucho mejor, y tal parecía que había dado sus frutos, pues nunca se había detenido a verlo por si misma, pero era cierto que ya tenía una parte de su poder como diosa controlado, incluso podía aumentar y disminuir su cosmos a voluntad, volverlo frío o cálido, tal como ahora estaba al charlar con el caballero de pegaso.

— Todo ha sido gracias a ti y tus enseñanzas, Markab.
El viento sopló, y acarició aquella alborotada cabellera castaña, casi rojiza, donde el único orden era aquella cinta blanca que usaba para atar su larga cabellera.

Escuchando lo que Shizuka tenía que decir para responder a las dudas del caballero, este se mantuvo en silencio, permitiendo aquel contacto con su mano. Por un instante pudo percibir aquella calidez que solo una diosa podía otorgar, así como la esperanza que muchas veces suele ser olvidada en el fondo de los corazones de las personas. — Parece que te has adaptado un poco al cosmos de un dios. —
SW-User
— Tengo entendido que cada caballero de Pegaso de la respectiva generación de Athena suele ser una leyenda en su tiempo, así que no dudo que lo seas, Markab.

Se aproximó a paso lento hacia el caballero y ladeó la cabeza, mirándolo fijamente y al percibir como este cerró su mano y quedó en puño, con sus propias manos rodeó este, en un suave y cálido agarre, tratando de transmitirle las esperanzas y la fe que sentía por él.
Pensó en lo que le mencionaba. Sabía que cada generación era más fuerte que la anterior, más no sabía e qué manera podría lograrlo. ─ Superar a Seiya... ─ repitió intrigado mientras miraba su palma derecha, la cual cerró en un puño. ─ ¿Será posible, superar a una leyenda? ─ cuestionó al recordar aquel encuentro anterior con aquel joven tras conocerse. Lo cierto era que aquel había sido el vencedor tras tener más experiencia y control del cosmos que el propio Markab.
SW-User
— Pero la tuya es la más vistosa. Me gusta realmente como se ve, como se te ve puesta. Y aunque no sea tan fuerte como la de Seiya, sé que en algún momento lo superarás; de eso no me cabe duda, Markab.

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