imnotcandeloro

El rubio entro en si al escuchar la voz de la desconocida, debido a que estaba aún en las nubes le tomo unos segundos procesar bien su respuesta. —¡Oh! Estaba perdido en mis pensamiento —se disculpo mientras hacía algo de espació para la rubia, una radiante sonrisa de se dibujo en su faz, una donde mostraba cada uno de sus perfecta dentadura blanca. —Adelante, siéntate por favor —respondió el rey con amabilidad esperando.

|| OoC: Por alguna razón esto no me aviso de su comentario, por eso la demora. ¡Feliz año nuevo! Espero tengas un año lleno de alegrías y cosas buenas. Espero con ansias otra de nuestras interesantes platicas. ||

[code]¿Cual es la forma por excelencia de inmortalidad?, algunos dirían simplemente "no morir" cosa que es imposible —dependiendo—. Pero aun así, hay una forma mucho más eficaz: ser una leyenda, jamás ser olvidado, ser recordado durante siglos como un héroe y es justo de una de esas leyendas que hablaremos ahora. ¿Cómo una de esas leyendas podría vivir en los tiempos modernos?, otra respuesta simple, con la magia del Santo Grial, mejor conocido también como "todo el mal del mundo", capaz de traer héroes a la vida para luchar con el fin de ganar el contenido del endemoniado cáliz. Y es justo eso lo que trae a un joven Arthur Pendragon a estos tiempos.

Él debería estar indagando los alrededores o más bien buscando a los enemigos, más sin embargo se encontraba caminando tranquilamente por los alrededores de la tranquila ciudad, disfrutando aquella nueva pero temporal vida que se le había otorgado y a su vez aprovechando la "libertad" que le daba su master para hacer lo que quisiera. Y lo mejor para aprovechar el tiempo libre era conocer, a pesar de tener conocimientos de lo que era el mundo moderno, no se compara con verlo con sus propios ojos.

Luego de un rato de caminata se sentaría en una banca cercana a un silencioso parque para niños, sus esmeraldas se clavarían en los diversos juegos, curveó levemente la comisura de sus labios. —Debe ser divertido ser niño en esta época —murmuró para si mismo mientras sacudía un poco su vestimenta casual la cual constaba de un sencillo suéter carmín, pantalón negro y zapatos casuales del color antes mencionado; nada del otro mundo pero si lo preciso para dar un paseo. Alzó su rostro hacía los cielos para mirar las nubes mientras la suave briza danzaba traviesa por el lugar. [/code]