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"Cuenta la leyenda que en algún sitio de esta galaxia existe un helado con un sabor jamás antes visto.

Era capaz de seducir hasta los manjares más quisquillosos con el exquisito sabor de sus chispas astrales... una sóla probada tenía la capacidad de crear un firmamento de emociones sin precedentes".
 
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SS1583244 · F
Y dicho eso, lentamente, Skadi retiró la tapa dejando ver a los ojos azules de Orion el magnífico e hipnotizante color del helado lunar.

Tomó una cuchara de helado especial (lo era por las incrustaciones de cristales y charms estelares que tenía en el mango), la hundió y extrajo una bola perfecta que deslizó en una copa especial para helado. Se la ofreció y asintió con la cabeza dando a entender que podía degustar, estaba listo para probar...
SS1583244 · F
El viento sopló en una corriente que logró acariciar las melenas claras de ambos jóvenes moviendo algunis cabellos de su sitio. La tensión se podía cortar incluso con un suspiro.

Abrió lentamente su bolsa haciendo la ilusión de que salía un poderoso rayo de luz desde el interior; inyectando dramatismo cerró sus ojos un momento como si dicha luz incomodara su visión.
Con ambas manos extrajo el bote blanco donde yacía el néctar dulce de los dioses, el único, el inigualable, la leyenda... ¡el helado lunar!

Extrajo el bote y lo alzó por encima de su cabeza, como Rafiki elevó a Simba en la Roca del Rey. Volvió a cerrar los ojos por breves segundos, los abrió y dejó el contenedor entre ambos. Con una mano le indicó que se sentara frente a ella. Inhaló hondo por la nariz, exhaló lentamente y habló.

—Orion, novato rubio y cósmico... ¿Estás listo para recibir una prueba de este sabor único? ¿Prometes cuidar y preservar dicho manjar?

[...]
i1583121 · 26-30, M
—Llevo listo desde el inicio de los tiempos. —Exclamó y adornó sus palabras con un suave meneo de su diestra al aire. La determinación en su mirada mostraba el ahinco que desbordaba ante su curosiodad. Ya para esa instancia no tenía forma de negar que estaba más que interesado en el objeto en cuestión.

—Es hora.

De este modo hizo a un lado el resto de "utileria" y prestó mucha atención al peculiar recipiente refrigerado en el que estaría el rey supremo de los helados. No lo había visto pero ya podía sentir su gentil y gélida presencia con notas de vainilla y escarchado cósmico. ¡Estaba tan cerca! No podía esperar más.
i1583121 · 26-30, M
Siendo franco con él mismo, el concepto de "Picnic" no era más que el pretexto o mero ritual necesario para concretar la reunión. No es que no fuera educado o hiciera caso omiso a presentaciones pero estaba tan sosegado con el hecho de lograr encontrar el helado que por breves ignoro el tiempo mismo y su alrededor.

—Oh cierto... Hola. —Puntualizó el rubio con un tono cantarín. El brillo en sus ojos delataba su emoción y sus propias palmas se juntaron en un ademán de ansiedad mientras terminaba por acomodar el recinto al aire libre. <¡Necesito verlo! Sigo pensando que es un mito> Pensó en sus adentros mientras los redobles de tambores en su interior sonaban ante cada segundo de intriga.

(...)
SS1583244 · F
—Bueno, creo que ya todo está en orden. ¿Listo para ver y probar de este manjar milenario?

Preguntó con tono serio, lleno de misticismo digno del momento y para añadir más de eso, se sentó sobre el mantel en posición de loto colocando el bolso sobre sus muslos sin quitar la mirada del rubio.
SS1583244 · F
—¡Vaya! Parece que la curiosidad puede más que otra cosa.
Primero, buenas tardes. Segundo, si, aquí tengo conmigo el helado pero no podré darte hasta no estar instalados. ¿Listo para hacerlo?


No aguardó la respuesta que era más que obvia. Ambos entraron en los dominios de la naturaleza salvaje que los recibió con un cálido aroma entremezclado; tierra y vegetación propia del bosque.
Buscando hallaron el sitio adecuado rodeado de árboles y algunos arbustos. Ambos dejaron las cosas sobre la cama de pasto que los acogería.
Orion se encargó de sacar y extender el mantel sobre la superficie pastosa, luego colocó algunas frutas; Skadi hizo lo mismo con lo suyo, acomodó más frutas, emparedados y bebidas. El helado lo dejó dentro del bolso esperando a que ambos estuvieran listos para el momento de la verdad.

[...]
SS1583244 · F
Entrada al bosque

Llegando al punto de reunión establecido atestiguó gustosa que Orion ya estaba ahí pues algo con lo que no lidiaba bien eran las personas impuntuales y de acuerdo con el reloj en su muñeca estaban justo a la hora pactada.

Ella llevaba consigo un bolso especial para este tipo de salidas; uno con espacio suficiente para meter el bote de helado, otros refrigerios, cubiertos, mantel extra y desechables como servilletas y platos que podrían ser de utilidad para el día de campo

Como en todo encuentro lo primero que debía hacer era saludar pero Orion tenía algo más importante que hacer antes de llevar a cabo el milenario ritual de los saludos.
Tan pronto como entró en su campo de visión este le preguntó directamente acerca del helado, si lo traía consigo provocando una sonrisa ladina en sus labios y palpando su bolso se dispuso a responder.

[...]
i1583121 · 26-30, M
¿Acaso Skadi guardaba consigo el poder de escarcha antigua? No podía asegurarlo pero desde que la conocío pudo notar en ella una extraña aura gélida. De ser así, sería una aliada fundamental para él.

Mientras tanto, el joven se encargaba de extraer un par de manzanas y peras, acomodándolas sobre el mantel de cuadros rojos que servía como superficie sobre la pastura del bosqué. Siendo francos llevaba tiempo sin hacer un picnic, sólo esperaba que ningún oso come miel intentará escuchar sus planes, o bien, arruinar el almuerzo. -Lo segundo era más probable.-
i1583121 · 26-30, M
No llevaba mucho tiempo de conocer a aquella dama albina que con su peculiar personalidad y simpatía; no tardó en congeniar con el carisma singular del rubio. Pero, no era sólo que ambos relucían en ingenio, sino que también, creian firmemente en el legado de los "Postres Legendarios", un relato milenario que contaba la historía de 7 aperitivos comiscos de poderes increíbles.

No tardaron en platificar la odisea de sus vidas... había que atravesar multiples planos y una infinidad de sabores, Todo para encontrar cada uno de estos atesorados alimentos.

***

— Dime la verdad... ¿Tienes el helado? — Cuestionó el rubio que seguía asombrado ante tal posibilidad. Llevaba su canasta tipica para un día de campo. Siendo el plano elegido para la fundación de esta comunidad en busca de los postres supremos. Se creía que el helado lunar se derritió ya hace mucho tiempo; sólo el hielo primogenio sería capaz de resucitar al tesoro milenario.
(...)
SS1583244 · F
En sus múltiples mini aventuras en el mundo humano conoció a un joven tan peculiar como ella llamado Orion.
Parecía que entre peculiares estaban destinados a encontrarse y luego de una conversación bastante divertida acordaron verse para que él pudiera probar el helado lunar.
Skadi afirmó que era real y lo tenía en su poder como su guardiana; no era mentira porque si existía sólo omitió decir que era su helado, su invención.
Con lugar y hora acordados la joven se dirigía a dicho punto con lo prometido. Moría de ganas por ver la reacción del recién conocido.

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