Se cruzó de brazos sin creerle nada evidentemente e incluso sonreía de forma un poco burlona, esperando el momento en que suelte la verdad. —Claro, sobretodo amenazante la ex ranita azul. Ya dime la verdad rubio.— siguió mirando sin creerle solo para suspirar. —Pero aquí no hay tigres. Mínimo lobos si encuentras.—(?)

—Es mi filtro amenazante para mantener a raya a mis enemigos. —Mencionó con orgullo. No obstante, la realidad distaba de ello. —Bien... me pelee con un tigre hace unos días. (Fact: Era un gato, pero era grande).

—¿Te caíste de las escaleras o te golpeaste contra un árbol?— se enfocó en que anda todo golpeado nada más.(?)

¡Sí! He seguido tus consejos. Ahora mi cabello brilla como el sol.

Se le ve mejor el cabello. Bien ☆