—Apenas un toque en la espalda y Elina ya sintió una ráfaga de calor que subía por esa zona. ¿Lo bueno de ese vergonzoso atuendo?podía mostrarse a ella sin directamente desnudarse como una pervertida. La pervertida que en silencio, muy en silencio, era. (?)
Sonriéndole también se une a la amabilidad de las caricias, tocandole la mejilla con la mano.—

Como tú lo prefieras... Si vas a quedarte conmigo hoy, supongo que hay tiempo para todo.

—Presiona los labios sin decir nada más. Esperaba que el mensaje fuera claro. Tampoco sabe qué mensaje le quiere dar exactamente, pero si resulta todo en más caricias, perfecto.— (??)