— Y entonces su mundo se sacudió, como si gritara y el eco fuera extendido en cada partícula de su cuerpo, cada fibra. Algo que los mismos sensores se prendieran como luces haciendo que estas titilaran sin control hasta reventar, el circuito de sangre en las venas moviéndose mas rápido haciendo que el corazón tomara ritmo.

Un llamado...Un desenfreno y un deseo contagioso de que aquel sentimiento fuera eterno.