-El brazo era el más notorio de sus detalles, sin embargo con el tiempo o el infortunio, le contaría más de lo poco orgánica que seguía siendo a pesar de su apariencia.-

Mantengo muy en alto la imagen que puedo darle a los clientes. Y la burla que causa en muchos que una "sirvienta gatito" les rompa la cara y vapulee a sus mejores hombres sin ni una mancha de sangre.

-Con cuidado tomó de regreso su brazo y la máscara. Atornilla de regreso su brazo, regresando la movilidad, probando sus garras y ahora sí, comenzó a ver la máscara. La tenía en sus manos, la icónica máscara de un yakuza, de un ocasional aliado, un personaje bastante infame por su fuerza y sus hazañas. Notaba las partes rotas, los trozos con sangre, los hilos florecidos, era una historia de tantas batallas y cuando lo escuchó hablar suspiró con una sonrisa que expresaba ese aprecio por la confianza. Agradecía demasiado la confianza. -

No puedo reparar algo lleno de historia y poder. Pero me ofrezco a hacerte una