En poder empatizar con alguien de otra organización, para Kendo era un logro bastante aceptable ya que muchas ocasiones se sentia algo imposibilitado a ser sociable por ser como es.

Escuchar esas palabras con buena sabiduría viniendo de una mujer con gran fuerza, le recordaba al fastidioso de Tengai, su compañero y dúo por parte de su jefe, quizás porque no paraba de dar sermones, muy al contrario de ella que quizá sabe cuando decir las cosas al momento exacto. Afirma con claridad, teniendo muy encenta esas palabras por parte de la guerrera.

— ¿¡Mierda enserio!? suena apetitoso no lo niego, aun que. . .Emmm bueno. .—

Quizas lo unico que le incomodaba a la par que acomoda esa larga melena que tenia como cabello en la parte trasera, su camisa bastante algo sucia y sus pantalones, quizas no estaba como decir "presentable" cosa que aveces le daba igual ya que era raro que lo inviten.

— Supongo que estoy algo desprolijo. . .¡Pero bah! ¡que mas da es carne de cerdo no puedo negarme a eso! —

Chocaba sus nudillos entre si, el metal que cubria estos hacia resonar bastante en el entorno, un gesto que mostraba como impaciencia pero a la vez emocion, nunca. . .[+

— Jamás dejemos que nuestro pasado determine nuestro valor. —

Aquello se había tornado en un discurso de la morocha, puesto que su tono de voz había sido mas grueso, se notaba la emoción y poder incluso en su voz, ella valoraba de una manera inmensurable aquel intercambio de historias, usualmente sus compañeros le veían como la "Pantera Cocinera" no más, ni menos.

Su mirada de oro sobre él y una sonrisa obvia.

—¿Qué tal ahora mismo? Vamos, te invito a la sede de Desperado, hoy es noche de fideos con carne de cerdo. Todos estarán divirtiéndose en algún karaokee esas cosas no son para mi ¿qué dice? —

La gigante gentil tenía una idea clara en su cabeza, hacer su primer amigo, no compañero de trabajo, un verdadero amigo.

[+] Símbolo importante otorgado nada mas y menos que su rival, era importante por su segundo valor y función, "ocultar a un hombre muerto". Iba a tomar su mascara pero se perdio al instante ante la pequeña historia que contaba la morena parece que soltaba algo de si quedando con la mano extendida.

— Tarzania, si, una zona despejada bonita y refrescante, llegar a Japon y meterse en estos lios en comun, las ventas de esclava son mas frecuentes pero son mas persuasivos. En mi caso era lo contrario, vida de lujos todo que podias tener pero con el tiempo me daba cuenta que solo tenia lo otros les parecia justo, mas no lo que me parecia a mi.

Un suspiro ligero escapa de los labios ya por fin tomando su mascara, solo la notaba un instante y afirmaba, estaria encantado de tener un presente por parte de la guerrera.

— En todo caso Mao gracias, parece que tenemos ciertas historias curiosas de nuestra vida pasada, acepto la mascara y acepto escuchar tu historia.

Un estilo voraz, con eso la ajena destroza mas que el orgullo de cualquier mafioso o cazarecompensa, si fuera el caso el castaño ya no sabria como ver a sus compañeros ni a si mismo.
Nota el silencio una vez entregada aquella mascara en tal cruel estado, el aspecto y el resultado de muchos encuentros con otros clanes enemigos ademas de algunos héroes a los que cruzo e intercambio fuerza. ¿Acaso era eso lo que le hacia mantener tan callada? se cruzo de brazos mientras que permanece atento, expectante a como la mujer inspecciona su mascara, suaves parpadeos se notaban conforme la notaba esperando una respuesta de la contraria hasta que notaba esa sonrisa de la ajena.

— Historia. . .Poder. . .Suena muy nostalgico cuando sale de tu boca, aun que admito que extraño mi mascara que usaba en las peleas clandestinas, pero con el tiempo nunca llegue a pensar que esa mascara trazaria mas que solo peleas.

Rasca su mejilla, no encuentra un modo de expresar lo que era, si bien era un [+]

una nueva máscara cuando esta deje se ser utilizable.

-Se acercó de regreso para entregarsela-

Yo....yo aprendí a pelear antes de siquiera saber hablar o escribir. Vengo de Zanzibar, un lugar en Tanzania...y llegué a Japón porque creían que sería cómico tener una esclava de piel oscura.

-se llevó las manos a la cintura y espero a que él tomara su máscara-

Algún día de estos le contaré la historia completa.

-El brazo era el más notorio de sus detalles, sin embargo con el tiempo o el infortunio, le contaría más de lo poco orgánica que seguía siendo a pesar de su apariencia.-

Mantengo muy en alto la imagen que puedo darle a los clientes. Y la burla que causa en muchos que una "sirvienta gatito" les rompa la cara y vapulee a sus mejores hombres sin ni una mancha de sangre.

-Con cuidado tomó de regreso su brazo y la máscara. Atornilla de regreso su brazo, regresando la movilidad, probando sus garras y ahora sí, comenzó a ver la máscara. La tenía en sus manos, la icónica máscara de un yakuza, de un ocasional aliado, un personaje bastante infame por su fuerza y sus hazañas. Notaba las partes rotas, los trozos con sangre, los hilos florecidos, era una historia de tantas batallas y cuando lo escuchó hablar suspiró con una sonrisa que expresaba ese aprecio por la confianza. Agradecía demasiado la confianza. -

No puedo reparar algo lleno de historia y poder. Pero me ofrezco a hacerte una

[+] . . .Termine metiendome con los Yakuzas, y mas como uno de los generales destinos, destinos. Siempre como una caja de sorpresas.

Rie ante eso ultimo, le agrada saber que puede compartir su vida de mala muerte con alguien involucrada al mismo entorno turbio y peligroso.

El asombro no se hizo esperar, elevaba una ceja extrañado, no penso que algo asi ocultaba la morena, de modo que toma el brazo con cuidado desde abajo, desliza la punta de los dedos sintiendo el metal de este.

— Impresionante Mao, cuesta creer que alguien con una apariencia como la tuya ocultase esto pero que suerte que convivo en el mundo donde las cosas no son lo que parecen.

Agregaba para asi soltar el brazo, viendo que la mujer sabe guardar su aura y su apariencia entiende muy bien la diferencia de aspectos, de ese modo cede y solo se quitaba su mascara de la peste revelando el rostro ante ella.

Su pelo como se notaba era castaño largo una melena en la parte trasera y un flequillo largo que ocultaba parte de sus ojos ensombrando estos, entrego la mascara a la contraria.

— Yo empece en la calle sin nombre, cargandome a gente solo se perdia en drogas dinero y mujeres, luego fueron cinco años de peleas clandestinas hasta que mi vida sin querer y por una apuesta. . .[+]

He salido de las entrañas de una ballena, he pelado con osos...sin embargo siempre procuro la pulcritud y la imagen de mis asociados. Por eso uso los guantes blancos, siempre verificar la limpieza.

-Sin embargo él tenía la razón, era tan divertido acabar con marcas de guerra hasta que su diversión se acabó al recordar algo de ella-

Aquí Rappa, te echaré una mano.

-con maña y fuerza, giro su brazo izquierdo y SE LO SACÓ para extenderle el brazo a él. Su brazo izquierdo era una prótesis robótica. -

Un día de estos le contaré cómo acabe en modo salvaje, cortando cuellos con el hueso expuesto de mi brazo y -soltó una risa y se rascó la nariz.- cómo descubrí que las panteras somos de temer.