— Hmp. . .Es un peligro que una mujer ande incluso con un arma tan voraz como lo es incluso su calidad, pero suena impresionante. Aun asi no te que te hace pensar que tengo miedo.
Comento con una ligera mueca burlona pues el estaba encantado con la seguridad que tenia la mujer y mas porque parecia que se sentia segura con aquella arma, de todos modos al cruzar al frente de la calle este se detiene de golpe. Una extraña tension rodeaba tanto al castaño como a la azabache conforme la larga fila de gente de atras y adelante pasa entre nosotros.
— Lizbeth. . .Kendo, Kendo Rappa, lo cierto es que aun que esa idea suene prometedor para todo asesino. . .
De inmediato todo se abalanza en un instante al momento que en las dos calles que se dividían adelante y atrás, los mismos hombres con traje quienes llevaban un maletin en una de sus manos, estos colocandose. . .