...¿Quien nos están escuchando? ¿enemigos tuyos? ¿y que se supone que has venido hacer en este mundo?
El castaño solo miro los de la mujer esperando respuestas, pero le resultaba extraño que un Yakuza como el se haya topado con semejante situación, seres de otros mundos, esto era como una nueva escala de lo ridículo, pero era real.
— ¿Ah? ¡jajajajaja! ¡que demonios!— Una cosa llevaba a la otra, aquella mujer era una caja de sorpresa, por la forma en la que se expresaba con algo sin sentido, y luego esos tonos en su voz donde parecía buscar decir lo adecuado para establecerlo en la conversacion.
Seguiría escuchando cuanto raro o particular fuera, estaba completamente pillado con aquella extra ser. Hizo espacio conforme camino en los costados de la mujer y alrededor de esta con aquel baile.
— Asi que esa actividad mental hará evolucionar mis impulsos electricos...Curioso. —
Intentaria pensar en la respuesta ante su duda pero fue interrumpido mediante el asombro improvisto al escuchar su propia, voz tal cual con el mismo tono y gravedad, presentandose con la misma
Termino por posarse al lado de la mujer ladeando su cabeza un poco con su mano en su menton. Pasarian muchas cuestiones en su cabeza pero preguntaria las principales.
—Pon todo tu ser en ello. — Ahora su voz había sonado como una jovencita adolescente animando a su mejor amigo. — ¡Hazlo por tus amigos! ¡No te rindas! —
Estaba imitando voces que había escuchado antes. Continuó con sus pasos tal y como una bailarina de ballet mesclada con una elegante garza mientras le veía cortar el mismo viento.
—Si aumentan tu actividad mental, liberas más adrenalina, más impulsos eléctricos, más energía....más....destrucción.—
Volvió a mover su cabeza repentinamente como un ave pero ahora su pierna derecha se levantaría, su rodilla estaba casi a la altura de su pecho, en perfecto equilibrio.
—Shhhhh... — se mantuvo aún con su pierna levantada, con la rodilla flexionada. — Están escuchando. Están buscando. No encontrarán. Dos punto siete uno.....— levantó su rostro levemente dejando ver solo un poco de ella, su piel era blanca, casi amarilla o verde, definitivamente no era humana. — ARIA — su voz ahora había sonado exactamente como la de él.
...En ese instante volveria a lanzar otro pero esta vez gracias a su Kosei Strongarm, permitía el rotar de sus hombros para que estos se movieran a velocidades extremas, lanzando otro golpe pero esta vez aplicando mas velocidad y mas presion de agarre, notandose como la presion del viento chocaba en su puño el cual llevaba consigo un guantele, y en aquel brazo hasta incluso terminar por agitar y cortar el curso del viento, liberando un notable sonda.
— Lo que intentas decir es que si continuo con toda actividad fisica, como moverme, correr, incluso pelear parte de esa energia se trasforma a mi alrededor.
Termino por posar ambos puños en sus caderas bastante satisfecho por la explicacion, aun que aun se cuestionaba el porque compartiria eso con un extraño como el.
— Eres extraña mujer, se nota que no eres de aqui y por un segundo tuviste un tono particular que un maldito conocido mio odia jaja...¿Quien eres mujer?
Esos extraños movimientos de cabeza le sorprendieron, mas no le asustaron, despues de todo el esta en un grupo con gente rara y con pensamientos incluso retorcidos, pero nada era como ella, esa presencia que parecia ser siniestra y enigmatica, que parecia ser algo incomprendible. El castaño solo escuchaba y hacia espacio ante los pasos de aquella ser.
— Hmm...Creo que entiendo un poco.—
Ante ese raro concepto de energia el lo capto como todo aquello que siempre aplicaba en sus actividades, peleas y solamente pelea, acabar con sus enemigos usando solo la fuerza, esa era su ley y la vez su honor como un guerrero amante de la pelea. Mediante el repentino cambio de voz el hombre solo solo sonrie divertido girando un poco a la derecha desde donde estaba mirando al frente y con la mujer a la izquierda, para ello haria una prueba con su izquierda, el cual elevo el brazo y posiciono el antebrazo con el puño posando en su rostro, comenzó con un golpe ligero algo rápido y preciso al aire.
— La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. —
La voz femenina respondió moviendo su cabeza como un ave, rápidamente en un ángulo de 60° y luego de nuevo en posición recta y luego hacia el otro lado. Sus manos estaban atadas en su pecho, sus bolsos militares sonaron ligeramente y luego se agachó con curiosidad, su gabardina ocultaba partes de ella por seguridad.
— Humano...—
Dio un paso hacia atrás y luego dos hacia adelante, sus pasos eran galantes, lentos, como pasos de una bailarina de ballet, siempre de puntas, era como si la gravedad funcionara de manera diferente cerca de ella. Su presencia era pesada, era difícil respirar. — Si tus impulsos eléctricos son superiores mientras haces actividad física....imagina ese poder. —
Se agachó otra vez, el hecho de que sus brazos estuvieran atados le daba un aspecto de una figura más larga, humanoide, pero ciertamente no comun. —Esa destrucción. — su voz se hizo gruesa, robótica.
El castaño con aquella mascara de la peste, se detuvo un momento en uno de esos ataques de emoción, los cuales frecuenta tener por su pasion ante las batallas, no se le escapo casi nada, pero tardaba en analizar todo aquello, aun asi era lento de comprender, ya que era como su colega le decia frecuentemente un "Obeso de las peleas", al terminar de escuchar solo cruzaba los brazos mirando abajo un momento en lo que termino mirando arriba.
— Hmm..Dices entonces, ¿que esos mismos impulsos que soltamos intercalan mas que cualquier aparato de comunicación? ¿y que estos pueden escalar mas?
Cuestionaba ante la ser la cual miro luego de bajar su cabeza, por un momento tuvo la sospecha que era una heroina, pero esas vestimentas le hacian notar que no lo era.
— Entretener....tal vez esto sea de tu interés... Los impulsos eléctricos que emite el cerebro humano son mayores en un día que los que emiten todos los teléfonos del planeta juntos ese mismo día .. — La criatura se mantuvo quita observando al hombre con máscara de ave.
