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Ilenia Médici, nació en Florencia en el año de 1690, hija de Ana María Luisa de Médici, su padre es desconocido, se dice que fue un plebeyo al que utilizó Ana María para engendrar linaje, ante la imposibilidad de pactar un nuevo matrimonio tras la muerte de su esposo. Los enemigos de los Médici, hicieron todo lo posible para evitar que ella pudiera embarazarse. Al nacer Ilenia, fue enviada a Roma, para que fuera criada dentro del Vaticano.

Ilenia al ser la última Médici, heredó toda la fortuna acumulada de su familia, de varias generaciones, con el poder económico se auguró podría ser suficiente para garantizar su seguridad en Europa. El Papa, arregló un matrimonio con el hijo del Rey Felipe V de España, Luis I quien falleció poco antes de consumar el matrimonio. Los rumores de la última Médici que no logró desposarse, corrieron por Europa, provocando una persecución incansable contra ella. A pesar de su labor de mecenazgo en las artes y la ciencia, los enemigos de su familia y los protestantes, la hicieron huir hacia los Países Bajos, en un acto de auto exilio.

Conoció entre sus viajes a un hombre apodado “el alquimista”, que cautivó a la joven Ilenia con su trabajo e intelecto, ella financió incontables investigaciones de él. Cayó enferma de una infección que no le fue diagnosticada a tiempo y murió en 1727. Su amigo y para entonces amante, utilizó todo lo que había avanzado en sus investigaciones sobre la muerte, para devolverla a la vida, una mezcla de ciencia y magia devolvió en plenitud a Ilenia.

Su resurrección le hizo perder al alquimista que falleció unas semanas después como precio de haberla traído de la muerte. Han pasado vario siglos y desde entonces, la muerte es algo que no experimenta la última de las Médici, conservando su eterna juventud.

En la actualidad, se hace llamar Ilenia Romanutti, apodada en el mundo del arte y la ciencia como “ la Médici” por sus generosas colaboraciones.

Abrazada en una de sus reuniones aristocráticas, su Sire la ha llevado a formar parte de los Ventrue.