26-30, F
《 OC • Jaguar • Mexa • Temperamental 》 《 El diablo anda suelto, va pisando el mismo pavimento ?»
About Me About Me NotesAbout Me
《 N A H U A L 》
Zoé descubrió que era un náhual cerca de los trece años. En su familia había brujas, gente descorazonada que no se tentaba el corazón por darle sus mascotas, ganado incluso personas a la "niña". Las creencias de la santa muerte en esa sierra de Sinaloa eran abrumadoras. Cuando supieron que Zoé nació con ese poder lo celebraron por lo grande. Quisieron acercarla a las costumbres y ritos familiares. Ahora tenían tanto poder que ningún otro aquelarre podría compararse con ellas. Los hombres de esa familia fueron sacrificados a excepción del abuelo, ese hombre que desvirgó a todas sus hijas después de su primera luna de sangre. Zoé no era su hija, pero aún así el viejo quería tomarla para reclamar esa virginidad y ofrecérsela a la santa muerte, sin embargo, sin saber aún del poder de Nahual que había nacido en Zoé, cuando el infeliz quiso tomarla, despertó ese poder venido del Mictlan, porque estaba segura que solo la muerte pudo darle algo así de retorcido.
El hombre soltó un berrido que asustó hasta el último pájaro de la región, todas las brujas entraron en aquella casa horrenda. El viejo cayó al suelo, desangrado, rogando por su vida. Frente a él estaba un jaguar, con el hocico lleno de sangre, relamiéndose una pata para quitarse los restos. Lejos de enojarse, todas celebraron que cayó el violador. Sin embargo, Zoé cayó desmayada, era obvio. No sabia controlar ese poder y mucho menos podía pensar.
Sus tías y su propia madre le enseñaron todo el arte de la brujería, hasta la hicieron que dejara la telesecundaria en la que estaba, todo su tiempo estaba dedicado a aprender hechizos y a controlar su forma animal, a pensar en esa forma. Para cerrar el pacto con la santa muerte, el día del rito final donde finalmente sería aceptada como parte del aquelarre, debía asesinar a 4 niños. Uno iba dedicado a cada punto cardinal. Necesitaban 4 recién nacidos cuya sangre fresca pudiera llenar el requerimiento de la niña. Zoé no pudo hacerlo. No era capaz de sacrificar unas criaturas inocentes por el deseo de esas brujas. Llegada la madrugada la niña se presentó a recibir su ofrenda. Estaba oscuro en ese altar en medio del bosque, el viento corría entre las ramas de los árboles, provocando un chillido al pasar por los recovecos de las piedras. Las 4 antorchas que representaban al norte, sur, este y oeste se apagaron. Una mujer, una hermosa mujer de blanco se paró frente a una asustada Zoé que parecía temblar.
~ No recuerdo haber pedido la sangre de cuatro brujas, Zoé. Pero te lo dejaré pasar esta vez. Te seguiré, y necesitaré sangre. No me puedes hacer tonta, niña. Sé que te sientes fuerte. Pero cuando más sola estés y débil, tendrás que acudir a mí.
Zoé huyó. A sus 16 años cruzó la frontera de Estados Unidos y empezó una vida desde cero. Primero se ofrecía a limpiar casas, los mismos inmigrantes de la zona en San Diego donde llegó le ayudaban. Cuando cumplió 18 encontró a Rick. Un tipo que se enamoró con locura de ella y le ofreció la nacionalidad, Zoé aceptó. Tenía un pasado horrible, una familia muerta gracias a ella y había alguien ofreciéndole una nueva oportunidad. Apenas empezaba a hablar Inglés, pero Rick había aprendido español para estar con ella. Tres años de una extraña felicidad, tan limpia y hermosa que parecía una mentira.
Pudo empezar la universidad, Rick quizá era viejo, le llevaba fácilmente unos 27 años a Zoé, pero estaba tan enamorado de ella, que todo lo demás no importaba, y Zoé le tenía cariño, por darle tantas oportunidades a alguien que no las merecía. Pero como siempre, todo era extraño, en la madrugada empezaban a oír ruidos, ruidos raros, olor a azufre. Solo pasaron siete días del primer incidente; tocaban la puerta tres veces a las 3:33 de la madrugada. Al séptimo día nadie tocó. Solamente se abrió la puerta, Zoé quiso ignorarlo. Por la mañana Rick no despertó, falleció mientras dormía.
Durante el funeral Zoé pasaba por un mal momento, todo el soporte emocional que le daba Rick desapareció. Cuando estaba en la madrugada frente al ataúd, viendo a la nada, sintió como le tocaban el hombro. Era ella. Ni siquiera dijo nada, solo una risilla que se perdió en el viento. La primera cuota de sangre había sido saldada, y si Zoé no empezaba esos pagos, cada vez se iba a llevar a la gente que se le acercara.
Rick la dejó muy bien protegida, logró terminar la universidad hasta los 25. Rompió las barreras de un lenguaje que no conocía nada, pero, ahora tenía una deuda que se decidió a empezar a saldar con delincuentes, violadores, gente malvada. Se hizo famosa en el mundillo de las "cacerías" hasta cobrar por ello
claro, solo por quienes considera que lo merecen.
《 F A C T S 》
• Actualmente radica en Japón. Aunque se mueve por todo el mundo "trabajando".
• Procura jamás involucrarse sentimentalmente, pero si pasa ni modo (¿?)
• Sus pagos "de sangre" le dan más poder.
• No siempre asesina en forma Jaguar.
《《 N O T A S DE U S E R 》》
• Solo rol.
• Respuestas seguidas (mínima una a la semana jejejeps (?))