- - El amor de mamá siempre es muy grande, así que, dejó ir al pequeño gatito a un lugar mejor. Sin más, se puso de pie y acaricio un poco al gatito de papel pues parecía que se ocultaba bien en el escote - - Cuidare bien de él, y pronto tendrá más hermanitos para jugar. - - Entonces se emociono por las pizzas y dio media vuelta para dirigirse a la salida e ir por ellas - - Para que veas que soy un caballero, iré a recoger las pizzas. No me esperes tan pronto... - - Llego a la salida y cerro la puerta tras de él - -
@Klaus Von Liechtenstein: ¡Weiß! -Aprovechó la cercanía con el gatito y depositó un beso en su cabeza, sellando el color de su labial sobre el papel.- Me gusta, espero que el papá lo sepa cuidar. -Guiñó coqueta, al tiempo que el teléfono sonó y enseguida contestó.- ¿Sí? Ahora voy. -Colgando, tomó al gatito con sus manos y lo apartó de la palma ajena para colocarlo sobre su escote. (?)- Llegaron las pizzas, ya sabes qué hacer. (?)
- - Giro levemente su cabeza para ver claramente la montaña de trabajo que le espera, suspiro un par de veces y aceptó su destino. ~Me espera una noche larga, será mejor tener café para no dormir ~. Pensó sólo aquello pues al mirar comerse el pañuelo lo sorprendió. Después se enfocó en el nombre y sin pensarlo mucho dijo . - -
Se llamará "Weiß". Saluda a mamá, pequeño gatito adorable. - - Aprovecho que Aisha se acerco para levantar al gatito y colocarlo cerca del rostro ajeno - -
@Klaus Von Liechtenstein: -Con una caja de pañuelos en la mesa, sacó un par y se acercó para colocar estos sobre la herida que, aunque pequeña, todavía sangraba.- Yo aún veo el pilar de portafolios en la mesa... -Termina de limpiarle y hace bolita uno de los pañuelos antes de comérselo. (?)- Ponle un nombre al gatito.
- - Sonrió ante los comentarios de la pizza y asintió. Para luego desviar la mirada y tomar algo del escritorio. Dio algunos pasos hacia atrás hasta topar con la silla y tomó asiento lentamente miestras alejaba su brazo de su cuerpo para no manchar su ropa. Entonces extendió su mano para liberar el pequeño gato de papel y poder contemplarlo - -
Si, esperemos la pizza, tengo hambre, mucha hambre. Ya trabaje mucho (?)
@Klaus Von Liechtenstein: -De reojo le miró ante su susurro, separándose lo suficiente para poder relamerse y ascender el pulgar en dirección a la herida, presionando sobre esta.- M-me voy a llenar y no va a entrarme la pizza. (?)
- - Observando la reacción de Aisha ante la sangre que borbotea aún de manera leve de la fisura en su brazo. No dice nada y siente su lengua generando una descarga eléctrica que recorrió todo su brazo punzante. Entonces con su mano libre limpio la sangre que le mancho y se inclino lo suciente para susurrar al oído ajeno - -
Entonces... hazlo como se debe...
- - Lentamente regreso a su posición erguida y acaricio con gentileza aquellos cabellos negros como la noche con poca fuerza que aún no lo abandona - -
@Klaus Von Liechtenstein: Ups, quizá lo hice mal... -Indicó, incluso ella misma sorprendida al momento en que la sangre escapara con presión y una gotita de la misma cayera también cerca a su mejilla. El rubor que asomaba de sus pómulos era nada más que de la fascinación que sentía por la fragancia despedida de aquel flujo carmín, el cual urgía probar, inclinándose a tiempo para que su lengua repasara en la herida y sus labios se adhirieran a la piel, aflojando por poquito del agarre en su antebrazo para que la sangre fluyera con más potencia.-
- - El brazo de Klaus comenzaba a sentir la cada vez menor circulación sanguínea por sus venas, lo cual empezó a provocar un cambio de coloración en la piel, volviéndola más pálida. Siendo que ese tirón que ejerció la cola que rodea a su brazo, perdiera un poco la sensación de tacto y dolor. - -
Adelante, reclama tu premio, lo tienes ante ti...
- - Apenas terminó de hablar sintió algo, una sensación confusa y de inmediato se vio obligado a cerrar uno de sus ojos. Pues le salpico su propia sangre, que salió a gran velocidad, quizá provocado por la presión a la que está sometida - -
@Klaus Von Liechtenstein: -Para su sorpresa, el varón accedió sin ningún cuidado. Le resultaba extraño, por lo que se aseguró de que fuera cierto, tirando un poquito de aquel brazo para generarle cierto dolor al tensar más sus músculos.- ¿En serio? Nunca nadie me había aceptado tan rápido. -Expandiendo las afiladas uñas de su diestra, punzó el índice sobre su antebrazo, al punto de ir abriéndole un pequeño tajo en su piel.-
