¿No crees que en ocasiones es mejor prevenir que curar? * La palma tiró de su carne y al cansarse del agarre, le soltó, provocando que la misma al regresar diera un leve rebote a medida que se acomodaba. Deslicé entonces la mano derecha por debajo de su extendido brazo y con el mío propio rodeé su cintura queriendo abrazarle y pegarle a mí.*

Por eso quisiera dejar varias marcas distintas repartidas por todo el cuerpo.

* Llevé los labios a uno de los laterales de su torso, justo en la parte posterior del mismo y en la zona superior de sus dorsales. Mordía de su masa mientras mis labios acariciaban de la piel y, una vez con ella en la boca, presionaba su carne entre mis dientes buscando dejar la forma de los mismos allí en su espalda.*