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Con aquel orgasmo fue mucho más fácil follarla por tanta lubricación y como golpeaba tan descarado y profundo, cada que su pelvis chocaba contra el cuerpo ajeno, se producía prácticamente un chapoteo, un sonido acuoso, le encantaba oír eso. Le alzó más la cadera quedando en posición de mating press, así, le dio con todo.

Correspondía su beso e invadió su cavidad bucal con su lengua con tal de que se encontrara con la ajena y danzaran al son de la pasión y la lujuria. Cuando sintió que ahora le tocaba a él, fue cuando más animado se puso, la cama rechinaba.

—Voy a llenarte de leche zorrita mía.~ — Comentó entre el beso.
Las chicas a veces querían sacarle detalles de su vida privada con Bakugou, que tan fogoso era o si era muy amoroso, a las preguntas sexuales no podía responder porque le daba vergüenza e igual la escuchaban gemir todas las noches, sobre lo otro tampoco podía hablar porque Bakugou sentiría que es débil o algo así, él también es bastante cursi a veces.

El sonido rebotaba por toda la habitación mientras él iba dándole embates sonoros, de sus ojos brotaban lágrimas por estar así de cerca del orgasmo, él la follaba con tanto ahínco, ella arqueaba la espalda y gemía, todo esto llevo a un punto en el cuál se aferró tan fuerte a él y termino ahogando un grito en la boca de su pareja, había terminado, sus fluidos estaban empapando la virilidad del rubio.
Ahora que lo recuerda alguna vez le preguntaron que tan puerca era Uraraka en la cama a lo que él simplemente se limitaba a fulminarlos con la mirada. Deberían intuirlo porque a veces son ruidosos y encima el olor a sexo que les queda. Más de uno seguramente querría hacerse una paja imaginándose esas cosas.

Le fascinaba el sexo matutino con su pareja, prácticamente era como si estuviera hambrienta y esperara su desayuno, porque el coño de la castaña prácticamente le mamaba la verga y no quería soltarle. Cada estoque siempre era con tal fuerza y profundidad que le daba una buena acomodada de útero; la empotraba como animal salvaje. El golpeteo de ambos cuerpos era vilmente descarado, sólo faltaba Uraraka gritando y gimiendo a todo pulmón.

—Hazlo.... Córrete y empápame con tus jugos.~
A ella le daba vergüenza que los demás supiesen sobre su vida sexual, aunque veía que Mina y Kirishima la pasaban bien sin querer importarles nada y a Bakugou le gustaba la atención que recibía por llegar oliendo a sexo. Adoraba tener sexo con su pareja, su coño estaba muy mojado y lo apretaba como queriendo exprimirlo, ahora ella estaba contra la cama a Merced de su pareja, él empujaba sus caderas contra ella sin ningún pudor, golpeaba su útero con cierta violencia, ella se continuaba aferrando a él.

— Ahhh, si sigues así voy a... Voy ah...
La primera vez que decidieron pactar hacerlo todos los días a primera hora, justo antes de las clases fue divertido, al menos para él porque no le importaba oler al aroma de Uraraka, es su novia al final ¿No? Pero fue divertido verla a ella esas primeras veces un tanto cohibida, sin embargo, ahora es distinto. Si bien aún le preocupa llegar tarde, no parece realmente importarle llegar oliendo a semen, especialmente por la forma en que el coño ajeno se aferraba a su verga, no parecía querer separarse.

Y era tanto el sentimiento correspondido que después de un momento, cambio la posición y la hizo acostar así sin despegarse en la cama, de esa forma arremetía contra su útero sin nada de piedad.
— Eeeh... Está b-bien ahhh

Él seguía moviéndose bajo ella, le preocupaba llegar tarde y claramente ya han llegado juntos y con olor a sexo rodeandolos, todos sabían que casi no podían iniciar el día sin un polvo. Ella se aferraba a él mientras él se encargaba de moverla contra su verga, su coño estaba muy mojado, hacia sonidos acuosos ante cada movimiento de su pareja hacia bajo ella, tocaba zonas sensibles, el podía notarlo en sus muecas de placer además de sus gemidos.
—Cállate maldita sea. Aún tenemos tiempo... — Lo tiene calculado y entiende la preocupación de su novia. Sin embargo, entre más se demoren en continuar y terminar entonces si llegarán tarde, por eso mismo no dejó de mover las caderas de manera sensual y profunda en esa misma posición. Le encantaba como llegaba hasta lo más hondo del coño de su novia.
— S-Si seguimos llegaremos tarde a clase

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