[code] Él siempre era tan comprensivo y amable que incluso cuando ella era de lo más torpe jamás se burlaba, tímidamente sonrío al rubio mostrando su blanca dentadura, estaba tan nerviosa por el contacto tan cercano que no podía evitar sentir que las piernas le temblaban como gelatina.

— Gracioso, digo gracias... Adrien, ¿que pensabas tú después de la escuela hacer?

Alya y yo pensabamos ir con los chicos a ls piscina, por si quieres acompañarnos. [/code]

-Esa exclamación lo hizo salir de sus pensamientos. Su atención se trasladó a Marinette, aquella que solo creía su dulce, torpe y talentosa compañera de clase. Sonrió algo extrañado, pero no por ello menos alegre-

Te agradezco el cumplido, Marinette. A ti también te luce el estilo que llevas.

— ¡Eres perfecto!

Pensó en voz alta desde su asiento, enseguida se mostró nerviosa y colocando la mano detrás de la cabeza.

— Digo... tu ropa luce perfecta, no digo que tu no lo seas... pero me agrada como te ves.