Escuchar los gritos lastimeros del rubio le hizo recobrar la conciencia de sus actos. ¿Realmente había golpeado al chico? ¿¡Con tanta fuerza?? — Takemichi, ¡perdón! — Corrió a auxiliar al rubio, viéndole tendido en el piso sólo rogaba no haberle hecho alguna herida seria o seguramente su amiga Hina se enojaría con ella. Había desquitado su frustración con la persona equivocada y su arrepentimiento estaba escrito en su rostro.
[•No paso 5 segundos, cuando el rubio fue golpeado por la menor de los Sano, cosa que lo derribo lanzando el cuerpo de este unos metros atrás, al caer este se tocó su pecho debido a la increíble potencia del golpe•]
Aaah!!
[•Dijo en un suspiro cuando le volvió el aire tras el golpe, que definitivamente no esperaba por parte de ella, el volvió a comentar •]
La verdad, no lo sé, vengo llegando!
[•Saco un pequeño grito para quedarse en el suelo viendo al cielo, preguntándose si el rubio líder de la Touma estaba bien•]
Tras escuchar la negativa, cerro sus ojos, respirando profundo. No tardo en elevar su pierna, dando así una patada en estilo similar a su hermano contra el pobre inocente que tenia delante. Ya se había autoconvencido que Mikey se encontraba con el rubio, por lo que escuchar que este no sabía dónde estaba no ayudaba en nada a la preocupación de Emma. — ¿¡Dónde está!? —
