— Hum. Sí. Es peculiar. Quédate allí, iré por el estetoscopio. —
Fue y regresó en una vuelta; oportunamente, el artefacto estaba dentro de su maleta llena de ítems médicos y ésta aún reposaba a unos pasos de alcance, sobre la mesa. Pues acababa de hacerse cambio de vendas.
— Los sofocos y la sensación súbita de calor también pueden ser indicio de una cardiopatía. Sólo para descartar, te revisaré. —
Con las olivas bien acomodadas en sendos canales auriculares, Tenma controló la campana del estetoscopio sobre el esternón ajeno, inclinado hacia la izquierda de ella. Apretó ligeramente el diafragma y su ceño se frunció al corroborar.
— Sí, percibo una arritmia. Pero no con suficiente claridad. ¿Puedo? —
