𝗔nte la ameniza se mantuvo mas seria de lo usual. Si había algo que la perturbaba eran los que se hacían llamar un; "Mata Dragones" Pesada fue su condena en el encierro de aquella montaña por culpa de ese mismo oficio. Solo agradece que la época actual se aleja mucho de la de antaño. Si estos son ahora su temor, disfrutara de la obra de teatro. Mas no esta de humor en estos momentos por la falta de respeto o entendimiento hacia su generosa oferta. ─ Bueno, jinete anónimo. Te deseo suerte en tu cacería, la necesitaras. 𝗜mpulsarse de un salto y un batir de alas fue suficiente para elevarla y irse volando sin mirar atrás.
─ Los dragones no pueden vencer a la muerte, no pueden vencerme a mí que soy la antítesis de la vida. Tampoco pueden con mis hermanos, cuando los 7 sellos sean rotos nosotros los jinetes del apocalipsis cabalgaremos y masacraremos a quien se interponga.
Y así él reveló su identidad, Muerte, el líder de los jinetes del apocalipsis y también el más poderoso de estos, el más temido y a su vez el más respetado de los cuatro.
𝐒olo sentir lastima interior por los que no saben lo que es realmente un Dragón. Pero agradece que esa ingenuidad hace posible merendarlos cuando se ahogan en su ego. ─ Desde luego el paso del tiempo no favorece a su raza, pues solo son palabras vacías ante las fauces del peligro, un peligro sin duda que no saben aprovechar, pues la respuesta correcta es meramente cooperar ante la majestuosidad y aprovecharte de un poder inconmensurable. Serás abono tarde o temprano. 𝐒entencio.
