—Lo somos mi amado rey.

— Dichosos somos de poder estar al lado uno del otro.

—y tú a mí mi amado rey, sabes que he llegado a amarte más que a nadie, dichosa soy de poder estar a tu lado.

— Me encanta ver tus expresiones, tu sonrisa y el terciopelo de tu piel... Me encantas, Hera. No he conocido a ser más perfecto que tú

—Mas que eso, me gusta la forma en que miras, como tu mirada se pierde cuando algo te gusta...

— Seguramente por el brillo que tienen cuando te ven...

—Me encantan tus ojos...