**Él entiende bien lo que significa el gesto con las cadenas, por lo que no duda en quitarlas, y dar una caricia desde sus muñecas, a los hombros de la chica, como aviso indirecto de que, al menos sus extremidades superiores están libres. Una vez que siente la intimidad femenina ya húmeda, tan sólo pregunta en un sutil susurro al oído de la pelirroja.** ¿Estás lista? **Sin esperar respuesta, se despoja de sus vestimentas, revelando su cuerpo robusto y, aunque no tan marcado, su musculatura se encuentra en forma; a la par que luce algunas cicatrices recientes por la tortura a la que Giselle lo sometió. Dando algunas caricias más, al área de los senos, comienza después a frotar la cabeza de su glande a la intimidad femenina, tanteando la entrada de la misma, ya húmeda; con la intención de prepararla y, al mismo tiempo, darle ansiedad de que éste dentro de ella.**
