**Luego de esa campaña casi fallida, lograron llegar al castillo completos, con aquel hombre herido que apenas podía caminar y desde luego que, para la chica eso sería trabajo extra en lo que quedaba de la noche, por lo que se dispuso a tratar lo que quedaban de sus heridas, así como asistirle en lo que necesitara. Luego de un baño para quitarle esa peste de encima, ya tenía lista la cama para aquel.** Ah~ Te ves un poco más presentable~
**Se quedó largo tiempo de la mañana dormido, dado a lo agotado que se encuentra, sin embargo, cuando llega a su nariz el exquisito olor de los alimentos, recién cocinados; abre los ojos, para desperezarse poco después y observar la bandeja de alimentos que tiene la chica.** Por supuesto... **Por fin, la primer comida caliente y fresca, después de tragar todo el tiempo algún maldito puré podrido. Por supuesto que está enormemente gustoso y ansioso por probar aquel desayuno, que la chica tuvo dedicación de prepararle.**
**Ella al quedarse despierta, observó de vez en cuando aquellos movimientos del contrario, asumiendo que estaba en medio de pesadillas y como para no, por lo que sabía había sido torturado todo ese tiempo. De su parte se sentía muy impotente de no poder hacer algo para él en ese momento, sin embargo antes de que saliera el sol, se levantó para encaminarse hacia las cocinas, con el objetivo de levantarlo con un nutritivo desayuno hecho por ella. Estuvo un rato largo ideando el mejor platillo mañanero para el mayor y cuando lo tuvo listo, se dispuso a llevarselo a la cama.** Buenos días bello durmiente, te traje el desayuno.
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**Pese a los sueños del mayor, y que por momentos daba leves temblores y hubo movimiento violento debajo de sus párpados; también que, continuamente se palmearía la cara, o manoteaba para alejar objetos, revoltosos e inexistentes. Sin embargo, al día siguiente no recordaría dichos sueños.**
**La petición del mayor la consideró de inmediato y claro que no dudó demasiado en meterse junto con él dentro de las sábanas, sin embargo trató de no invadir mucho su espacio personal tan solo se quedó en silencio escuchando eso que tenía para decir, aunque mucho no entendió aquello, en la mañana se lo preguntaría a Erzebeth. Por lo pronto se dispuso a descansar, pero no pudo conciliar el sueño en toda la noche, ya que, el simple hecho de tener a un traidor de la usurpadora en el castillo, era motivo suficiente para no bajar la guardia, ya que temía tanto con su vida como la del sujeto a su lado**
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**Ante las preguntas, él tan sólo niega con la cabeza, sonriendo levemente, para después musitar.** Estoy bien... pero. Deberías quedarte... **El cansancio y la larga soledad en una celda oscura, ya lo hacen desvariar, o, al menos, es lo que consideraría al día siguiente. Después de la petición, tan sólo musita entrando ya en el sueño.** Y... hay que decir a la mocosa que un ejército de abismales los tienen los... hike... he las ciudades libres... **Balbucea lo último, apenas ininteligible, antes de caer ya en el sueño y quedarse dormido, de manera plácida, sobre el lecho de la chica.**
**Apenas termina las atenciones, procede a bajar de encima de su espalda, posicionandose en el suelo y seguido de ello, pasa a tapar al mayor mediante le dedicó una amplia sonrisa.** ¿Necesitas algo más? ¿Tienes otro dolor que necesitas que te trate? ¿Aún te duele la mano? **Cuestionó en ese tono amable mediante le observaba con detenimiento, no quería molestarle mucho en esa noche, ya que sabía que el mayor necesitaba descansar y el hecho de estar allí, incomodaría a este.**
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**En el momento no presta atención a las risas de la chica, y él tan sólo continúa, recostado y por supuesto que disfrutando de aquel tacto. Lo que más le habían hecho es someterlo a estrés y mucha tortura psicológica aunque, en parte le salvó que nadie, siquiera la maldita Lady Serpiente, sabían mucho de él, o de su vida. Prácticamente para ella había sido un don nadie. Y, es con los masajes de la muchacha que poco a poco, comienza a ceder al cansancio, y la necesidad de descansar, interrumpida por largos días y noches, donde casi no se le permitieron.**
Uh~ Qué terrible eso... **Comentó en un tono divertido, sin prestar mucha importancia a aquella escena terrible, ya que no podía visualizar tan cosa en su cabeza, solo imaginó a el sujeto con cabeza de cerdo a modo de chibi y saltando con una lanza, y claro que eso ocasionó que riera tontamente, sin embargo, no detuvo aquellos masajes, sino que continuó hasta termina de destensar esos duros nudos.**
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**Al mayor por supuesto no le molesta que la chica se suba a él. Comparado con lo que ha soportado, la pelirroja pesa muy poco. Podría jurar que casi no siente que está esté sobre sus glúteos. Sin embargo, a los movimientos circulares, el esparvus reacciona con espasmos involuntarios, aunque estos no se deben al dolor, sino a la sensación de los músculos al destensarse, después de largo tiempo de estar rígidos, sometidos a constante incomodidad y estrés.** ¿Sabías que iban a desollarme vivo, de no haber llegado ustedes por mí? Y... según el maldito mocoso, cosería la cabeza de un cerdo a mis hombros, reemplazando la mía...
**Poco a poco sus manos fueron descendiendo un poco más para ejercer ahora presiones con sus dedos a modo circular por debajo de los omóplatos, a la par que sus pechos fueron rozando levemente su espalda, claro que lo hacía inconscientemente ya que aún no se acostumbraba al tamaño de estos, pese a que ya había pasado añares de su crecimiento.** ¿Te sientes mejor? **Cuestionó ella en ese tono dulce mediante continuaba con esos movimientos un poco más pero, la posición en la que estaba era un tanto incómoda, así que se tomó el atrevimiento de subirse encima suyo, sentándose sobre sus glúteos para así proceder con los masajes, ahora bajando un poco más por su espalda.**
