**La muchacha tan solo iba a responder a aquel primer comentario, estaba a punto de hacerlo pero ese repentino movimiento le sacó de onda, a tal punto de soltar un pequeño grito asustado, más que asustado de impresión por lo rápido que fue todo. Aún así no temía por su vida ni nada por el estilo, tan solo se mantuvo viendole, ahora negando sutilmente con la cabeza, cambiando su esbozo por uno más calmado.** ¿Tú que quieres hacer?

**Por un momento se queda en suma seriedad ante ésos acercamientos y toqueteos de la chica en él. Y, es a sus palabras que vuelve a esbozar su cínica sonrisa, y responder de manera despreocupada.** Éso no tiene porque importar a una chica como tú. **Dicho aquello, se avalanza sobre ella para inmovilizarla en el lecho, de Manera que quede con el rostro enfrentado al suyo y pueda mirarlo acercarse, a la vez que pregunta en un tono casi susurrante.** ¿Estás segura de queres experimentar lo que puedo hacerte?

**Esta a la par del mayor, sonrió de la misma forma, bastante irónica y desafiante mientras su mano poco a poco se fue deslizando hacia abajo, hasta terminar sobre el regazo ajeno, donde allí propinó suaves caricias, a la par que rozó sus suaves labios con los del otro, pero no lo besó, tan solo buscaba provocarlo.** Nadie habló de daño físico... Hay muchas formas de dañar a alguien, no hace falta a veces si quiera golpear para dejar un daño irreparable. ¿Alguna vez alguien te dio esperanzas y te desechó como basura inútil? ¿O solo las personas te tratan como idiotas como para que te hayas creído todas sus estupideces? Cuidate, es un consejo.

El problema no es que grites. Puedo acallar esos... **Responde de manera despreocupada a las palabras de la chica, mientras la mira acercarse y acortar esa distancia que los separa. Aún así, pese al rostro tan serio de ella, tan sólo sonríe de manera despectiva, al escuchar las últimas palabras de la chica, referentes al panda; para luego exclamar con cinismo entre risas.** No creo que hagas gran daño, My Lady.~

¿Eso es lo que quieres? **Cuestiona la más baja mientras observa fijamente al mayor, ahora con un semblante mucho más serio y maduro, mediante su mano derecha simplemente se posicionó sobre el pectoral ajeno, para apoyarse mediante acortaba sutilmente la distancia.** ¿Qué cosas peores pueden suceder? Demuestramelo, prometo no gritar. **Susurra notoriamente sugerente, a la par que fue acortando más la distancia hasta quedar a un palmo del mayor. Tan solo le vio de arriba a bajo antes de volver a emitir palabra.** Sólo ten cuidado con lo que hagas. No hagas que un panda muestre su verdadera personalidad.

**El hombre tan sólo de escuchar la respuesta de la chica, no puede evitar soltar una risa sonora y estridente, ante tantas ideas desacertadas que tiene sobre él. Pretende hacer más que lo que ella describe como un comportamiento malo hacia ella, y la única razón por la que no lo ha hecho, es el rango que ostenta.
Sin embargo, ante su equivocación no pretende desmentirle, tan sólo responde de manera animada.** Te pueden suceder cosas peores que eso aquí.~

Perfecto~ **Es lo único que menciona para luego separarse, acompañada de una amplia sonrisa satisfactoria, y claro que apenas los ojos del mayor son posados sobre esta, ella inquiere una mueca confusa, extraña y algo intrigada por ese asunto.** ¿Por qué debería de tenerte miedo? Eres lindo... por el interior, pero lo eres. Otro ya hubiese acosado de mi y eso no es lindo.

Guardaré tu secreto.~ **Responde, complacido por la curación, para después tomar a la chica de los hombros y apartarla de su hombro, dejándola un momento así, mientras la observa detenidamente.** Es extraño... que siendo tan linda no me tengas miedo como todo el mundo.~

¡Te dije algo! ¡No me ignores! **Esta vez si se tomó el atrevimiento hacer algo para llamar su atención, por lo que se dispuso a clavar sus dientes sobre el hombro de aquel, pero no para dañarlo, sino para actuar como un animal, gruñiendo en un tono adorable y claro, mordisqueando repetidas veces la zona, buscando hacerle cosquillas.** Ñag ñagm mhg~

**El rubor en las mejillas de la chica, es algo que encuentra, de cierta manera, adorable y atractivo, aunque, con lo depravado que es, no es algo que le despierte instinto de protección; sino todo lo contrario. Imagina como se vería ese lindo rostro con muecas de dolor y humillación; y comienza a desear hacerlo.
Sin embargo, el efecto de que sus contusiones se alivian en dolor y van reconfortando aquellas lesiones, se comienza a calmar de esos deseos. Por el momento...**