**Como siempre, la muchacha quien se la pasaba todo el tiempo desde que llegó a ese reino, todas las juntas, todas las reuniones, todas las lecciones, se detenía para robar algún bocadillo antes de ir a cada encuentro. Ese no era el caso, puesto que se le había llamado para una reunión importante con los miembros de la realeza y desde luego que no se limitó si quiera en pensar primero en su estómago que en lo que verdaderamente era importante. Ya habían transcurrido 10 minutos de retraso y tras llegar al lugar, tan solo se chocó con alguien, una mujer a quien no conocía.** ¿Y tú quien eres?
**Al escuchar aquello, la joven, tan sólo se ruboriza, aunque intenta controlarlo, le ocurre. Y es con la respuesta del príncipe, un tanto hastiado por el comportamiento de su "hermana", a lo que se torna atenta.** He escuchado historias de usted, My Lady. Y déjeme decirle, que los rumores de su belleza no le hacen justicia. ¿Pero que propone darme a cambio por la alinza? **A la pregunta de él, la joven mira discretamente a su guardián, para que, de manera sutil tome algún consejo de este tan sólo por esas miradas. Sin embargo, en cuanto a la pregunta del príncipe, y, tan sólo de pensarlo, por un momento le llega a la mente el irse de ahí; puesto que, por el momento no tiene nada que ofrecerle a él. Por lo que sólo responde.** No tengo riquezas, no objetos ni ejércitos. Pero deme la oportunidad. Y puedo comandar a sus tropas para formar el Reino más poderoso que hayan visto las civilizaciones de Einfellterra. **Termina con (...)
**Ella observando la escena y esa presentación, se levantó de improvisto, azotando la silla, más bien, dejándola caer mientras hacía una mueca de "furia" mezclada con determinación, arrugando su nariz y abriendo notoriamente sus orificios nasales para dejar escapar una notoria exhalación, dejando visible un leve vapor.** ¡Aceptamos su alianza! ¡Tú! **Con su dedo indice señala al príncipe, mientras su rostro pasaba de ser "serio" a uno bastante divertido, jocoso, junto a una amplia y pervertida sonrisa.** ¡Cásate con ella y dame sobrinos! ¡Oh-ho-ho-ho-ho-ho~! **Rió de todo modo sumamente exagerado sin siquiera el príncipe haber decretado palabra alguna, y tras esa escena era claro quien tenía el control de la situación en ese reino, al menos eso aparentaba.**
**La azabache le dedica una sonrisa ligera a la pelirroja, cuando esta le advierte al príncipe, sobre tratarla bien. Una vez que se retira a su lugar, la joven esparvus, es cuando se da la palabra para seguir.** Mi más cordial saludo, alteza. Como dije, mi nombre es Erzebeth von Höllenfeuer y he venido, humildemente a solicitar una alianza con usted. **Una vez que termina, espera a la respuesta de él, deseando que no sea como aquellos rumores que dicen sobre él. Pues, de alguna manera, desde las lejanías escuchó que es igual de "cobarde" que lo que fue su padre Ellian, pero que, al contrario que él. Jullian se deleita torturando seres indefensos, o a los más desafortunados del pueblo llano, todo para su malsana diversión.**
**Ante la presentación de la chica, la enana tan solo se dispone a abrazarse por el brazo de su hermano de un modo sumamente posesivo, a quien instantes después mira fijamente con un pequeño puchero, mediante comienza a frotar sus pechos por su costado.** Me la tratas bien o sino te haré berrinche más tarde. **Amenazó la más baja a aquel príncipe de ese modo tan embarazoso para él, y tras finalizar, tan solo se alejó de la misma manera en que se acercó, con bastante gracia y soltura, tan solo para tomar asiento en su lugar correspondiente, con sus piernas juntas, su espalda derecha y su mentón elevado, a la par que su rostro se tornaba serio, pero sin perder ese encanto adorable.**
**En el momento que Akrya... no. Erzebeth llega al gran salón, y es recibida por esa alegría de parte de la chica pelirroja, tan sólo dirige una mirada nerviosa a los miembros de la corte anfitriona, para intentar dilucidar si aquello es parte de sus planes, o es un comportamiento inusual y completamente impredecible de uno de sus miembros.** Ehhh... Muchas gracias... **Musita levemente, al ver que nadie detiene a la chica por aquello. Entre tanto, su compañero ya mira con cierta desconfianza y molestia aquello; pues recuerda que un comportamiento como ese, en la corte de Drachenzunge no habría sido tolerado.** Con ustedes. Su alteza... **Comienza el acompañante, sin embargo es detenido por ella, para después hablar por cuenta propia.** Soy Erzebeth von Höllenfeuer... hija de Eberhard, y heredera del Trono de Drachenzunge... he venido a... pactar una alianza con el Príncipe Jullian. **Se presenta ella, (...)
**En ese transcurso en que la chica llegó al salón, fue recibida con un leve zape en la cabeza por parte de su hermano, quien le dedicó unas miradas bastantes incómodas para la muchacha puesto que estaba tan preocupada por su estómago que por recibir a alguien de la realeza. Desde luego que ante la llegada de la chica que vio instantes antes, tan solo se sorprendió pero como toda idiota que era, en vez de guardar silencio y dar su respectivas reverencias, tan solo llamó la atención como era costumbre.**
¡Ah! ¡La chica heterocromática! ¡Hola~! ¡Bienvenida! **Recibió a esta con una alegre y tonta sonrisa mientras sacudía de lado a lado y en forma exagerada a la princesa mientras los demás miembros tan solo observaban la escena sumamente resignados por su comportamiento.**
(...) reunión con el príncipe Jullian. **A aquello, la chica mira de reojo a su guardián, tan sólo para dedicarle una leve sonrisa de agradecimiento.**
**Pasaría algo de tiempo, antes de que la chica volviese a exigir atención al hablar y cierto decoro en las respuestas. Pero, en ese momento no era nadie, no para hacerlo. Desde hace años dejó de ser una princesa y, aunque se presentó con su nombre de nacimiento. Se hizo conocer por un pseudónimo para esconderse de Giselle. Akrya. Es como se hizo llamar durante años. Simplemente, el hecho de usar de nuevo su nombre, le da pavor. Pavor por no estar a la altura del mismo, por decepcionar a todos. Algo que no temía mientras fue Akrya. Con la mirada, siguiendo a la chica pelirroja, no le es difícil dilucidar hacia donde queda el gran salón, por lo que se encamina hacia el mismo. Al llegar, tan sólo mira al guardia en la puerta para comenzar.** Yo soy... Su Alteza. Eerzebeth von Höllenfeuer **La presentaría su acompañante, ante el guardia, para que le permita el paso al gran salón, sin dudarlo.** Ha venido a una
