-El chico por su parte observó la escena en completo silencio mientras con una mano se masajeaba repetidas veces la frente. Se notaba a simple vista que estaba cansado, quizás ya había pasado su horario de sueño y no lo sabía, por esas cosas odiaba a su representante, siempre llevándolo a trabajos a altas horas de la noche sin importarle su bienestar. Seguramente mañana en la escuela iba a estar demasiado zombie como para prestar atención a las clases. Por sus cansancio poco le importó las palabras del sujeto, puesto que de vez en cuando sus párpados se cerraban y se abrían rápido en un esfuerzo enorme para mantenerse despierto sin embargo aún no podía relajarse del todo. Uno de los asistentes se acercó con una bebida para el chico, llena de azúcar para que pudiese reponer sus energías, aunque él poco quería saber ya del asunto. Tomó la botella y dio un pequeño sorbo mientras miraba discutir a los adultos.-

—¡Zelig! —Gritó el director mientras que se acerca y con frustración comienza a hablarle en voz alta. —Así no es como actúa el verdadero Alucard! Tienes que ser más agresivo, menos elegante. Es una bestia! —Zelig tan sólo negó con la cabeza y tomó su botella con agua para beber un par de tragos y se lo entrega a su asistente que solo asentía nervioso mientras recibía la botella húmeda y le entregaba a su jefe una toallita para secarse la cara. Zelig miró a su superior con desdén.

—¿Desde cuando un vampiro tiene que enfrentarse a un idol? ¿No es esto una tontería? Cuando me ofrecieron este papel, me dijeron que se trataba de una película de terror, no una comedia. —Miró al muchacho con desdén y luego caminó a su remolque para descansar unos minutos.

-Emitió un leve quejido mientras observaba sus alrededores, ¿Cuántas veces más había que repetir la escena? Se preguntaba y claro entre dientes insultaba al inútil el director que apenas sabía lo que quería.
Él por su parte tomó asiento sobre una de las sillas de utilería del set, cruzándose de brazos y de vez en cuando mirando de reojo a la estrella del programa quien a sus ojos parecía una diva total por tantas veces que se arregló su maquillaje.-

Esto es una pérdida de tiempo... ¿Por qué me consiguen estos papeles pequeños si saben que no me gusta salir en televisión? -Replicaba con ese tono pesado y cansado al hablar, lo único que quería en ese momento era irse a su casa a dormir. ¿Qué tan tarde era? No lo sabía, no disponía de un reloj dentro del set.-

A.U.:

—Así que has decidido tu muerte. — se gira para encarar al recién llegado. Amenaza con la punta de la espada, la cara del intruso.

—¡COOOORTEEEN! —

Las luces se encienden, alguien azota un legajo de hojas contra el piso y Alucard deja caer el accesorio de utilería que rebota contra el piso al ser de plástico. Se cubre la cara con frustración a la vez que suelta un suspiro de cansancio para luego sacarse los colmillos falsos de la boca.

—Maquillajeeee!! que alguien venga a retocarme el maquillaje! —

-Azota la puerta del lugar dando una patada y sin muchos rodeos le señala con ese dedo acusador, a la par que exclama a todo pulmón.- ¡¡He venido a detenerte, villano!!