Aquellas prendas que solía usar para batalla habían dejado de ajustarle sin producirle ahogo y algo de dolor. ¿Quizás antes las usaba lo suficientemente justas? O tal vez su estado era la razón. ー La primera opción. Se respondió, prefiriendo darle menos importancia a lo evidente en el reflejo que el espejo le devolvía.
Repitió. Mas luego le tomó una de sus manitas, aplisó las telas vaporosas del vestido, y a medida de lo posible hizo notar la forma de su vientre, para invitarla a sentirlo.
ー Aquí está. Aún es pequeñito. Pero en un par de lunas, quizás podamos sentirlo mover. Espero que sea tan dulce, curioso y observador como tú, pequeña.
"Enternecida" era describir poco; la pequeña le parece un cúmulo de dulzura e inocencia que le reclamaba el deseo de protegerla y resguardarla hasta de todo. Una Jun sonriente se sentó para quedar a la altura de la pequeñita, para despojarle la frente del flequillo y dejarle un beso. Las galletas, así como el té, estaban servidos en una mesita. Ésta sólo hubo de servir en un platito de cerámica, para dárselo. Luego, sirvió té pero de Jazmín. Ya que el sabor era más suave y floral que el Verde.
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SW-User
La pequeña levantaba capa por capa en busca del bebé, eso hasta que escucho la voz de Zhen. Fui que se detuvo un poco confundida. ¿Donde estaba el bebé?... Así que sin más salió debajo de las faldas de la mujer, en parte para hacerle preguntas, en parte por las galletas. Vale, a quien queremos engañar, fueron las galletas de almendra.
─ ¿Cou?
Estiró sus manitas sin dejar de verle a la altura del vientre.
Chilló, dando un brusco respingo que la hizo tirar la taza de té que bebía en ese mismo instante. ¿Bebé? Bueno, él aún era pequeñito, apenas una sutil curva tensa en el vientre de su mamá. Pero ya se dejaba ver, eso sí.
ー ¡Pequeña, me pegaste un sustazo! ¿Quieres galletas de almendra?
SW-User
-Llega corriendo y se mete bajo las faldas de su vestido buscando al bebé del que todos hablan(?)-
