— Su mirada viajó por todo el lugar hasta encontrar la mirada del varón, le dedicó una media sonrisa por esas palabras al estar de acuerdo. — Tiene un buen punto. ~ ¿Le gusta el té? Creo que tengo un poco.

¿Qué flores son de su total agrado, Leere? — No demoraron para llegar al amplio jardín que mostraba colores vividos y diferentes plantas así como un árbol de manzanas. Un suave olor los recibió, las rosas desprendían su fragancia fresca y dulce esperando ser admiradas desde sus pétalos hasta sus espinas. —

Te llevaré a que conozcas el jardín. — Observo a su acompañante antes de hacerle una señal para que le siguiera al lugar antes dicho. —

Me parece bien, Leere ~

Es un placer Leere, soy Zaeth Fenrir, puede decirme como mejor le agrade.

Por supuesto, si con ello podré verle de esa forma, estaré más que dispuesto.

Se lo agradecería, aunque si me lo permite, ¿Podríamos hacerlo ahora?

Esperó algún día ser capaz de verlo.

Prefiero que alguien tenga mis rosas a que se marchiten sin haber sido admiradas...Y que mejor lugar que con usted. Se nota que le gustan.

Tengo un jardín, si algún día se le antoja una rosa, puede tomarla con toda confianza.