Vanya ~ me gusta tu rostro... con cara de guerra pero no cualquier guerra, si no la guerra fría, que cuando me mira mi ser se congela y mi vista se hiela por tanta pasión de tus ojos ~
Oh Vanya ~ que tu sonrisa me eleva, es tan maravillosa que mata a cualquiera y a mi no me importa que me quites la vida entera y más si el cielo me acepta por darte mi amor no correspondido por tus venas ~ Oh Vanya ~ como perro te aulló, eres la luz de mi luna de los descendientes de Fenrir y te aulló... Auuu, Auuu ~ y te aulló, Auuu, Auuu ~ —Termina solo de guitarra—
Detuvo la melodía de ambiente que tocaba hábil posando sus manos en el cuerpo de aquella guitarra para hablarle.
— El día de la cacería presenciaste como mis familiares cantaban, aullaban con ese fino y grueso sonido producido de sus gargantas es lo más romántico e intimo de una bestia cómo nosotros.
La invito a sentarse cercana a ella, nuevamente sus dedos se posaron en las cuerdas y trastes para iniciar música ambientada con sonidos melancólicos y dulces.
— Se suelen contar historias, hallazgos, tu eres uno por eso la canción aunque más que un hallazgo es una declaración.
Una pequeña sonrisa fue vista en Vanya. La miraba ahora con más atención, la guitarra era fascinante como los pocos instrumentos que tuvo el gusto de escuchar. Avanzó, curiosa pero sin prisa.
— No lo eres. Puedes cantar y crear melodías con la guitarra; las bestias solo destruyen y tu estas creando. Me agrada la canción, gracias.
Hace una reverencia estando sentada, inclinaba su cabeza ante los aplausos de la rubia dejando caer sus mechones al frente.
— Me inspiras tanto, Vanya cariño ~
Continuaba acariciando esa guitarra con sus dedos creando melodías calmas y bonitas, la mirada celeste se fijaba en las cuerdas y la mujer sonreía suave disfrutando del agradable momento.
