-Parpadeó un par de veces por aquella risa, no lo esperaba pero tampoco se alarmó, solo se mantuvo tranquilo, aún después de esa pregunta.- Claro que si. Hace un tiempo experimentaba con venenos, pero dejé de hacerlo... Perdí mi distribuidor en un ajustes de cuenta y ya no hice más nada relacionado. ¿Por qué? ¿Vendes venenos?

Eh, pues.— la verdad, no supo cómo reaccionar frente esas palabras suyas; rió con una carcajada brusca, formando una sonrisa ladina.— Haberme seguido te habrá merecido la pena. ¿Te gusta el veneno?

¿Eres un vendedor de ropa? -Le miró de arriba a bajo intrigado, aunque realmente no venía a comprar ropa.- Nadie me dio tu contacto, solo te seguí un par de calles y aquí estamos~ ♪

Seh, hace un calor horrible.- aclamó con bastante entusiasmo.- Y dime, ¿quieres que te venda algo? Es raro que venga acá uno a solas, sin más. ¿Quién te dio mi contacto? ¿Quieres 5 o 10?

No... llevas mucha ropa. A eso me refiero. -Aclaró con una amigable sonrisa.-

¿Eso es mucha? Si quieres más te doy la de mi armario ¿? - re ingenuo

Mucha ropa~