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A medida que se acerca, su aura se tornaba seria y sombría, como una tormenta que se cierne sobre el horizonte. Su mirada, antes juguetona, se convierte en un abismo de acertijos profundos. La curiosidad de la pelirroja no pasa desapercibida para él, y el peso de su presencia parece aumentar con cada paso. Sin embargo, como un cambio de estación repentina, su expresión se ilumina. La sombra cede ante la luz y su postura se relaja en un gesto despreocupado. —¿Qué te parece si dejamos atrás los misterios por un momento y compartimos algo dulce? — Propone con una sonrisa traviesa. La dualidad en su ser se refleja en su transformación, de un enigma oscuro a un anfitrión encantador, invitándola a explorar no solo los secretos, sino también los placeres simples de la vida.
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Ante la confusión en la mirada de la pelirroja, Gojo despliega una sonrisa sutil, reconociendo su desconcierto. Sus ojos, antes repletos de enigmas, destilan comprensión y paciencia. La brisa parece jugar con su cabello, y su postura se relaja, como si la distancia entre ellos disminuyera. — Quería invitarte a algún restaurante para comer algo dulce. La dulzura de los postres es como un bálsamo ante las noticias complicadas que tengo para darte. — Murmura, su tono ahora era cálido y cercano. La complicidad chispea en su mirada, como si compartiera un secreto. Sus palabras no solo deshacen el misterio, sino que revelan su intención de trascender lo superficial. Buscaba descifrar más allá de las apariencias, evaluando si ella posee la profundidad necesaria para acompañarle en los vericuetos de su mundo.
ZV1566403 · F
Aquel joven era una persona notablemente cambiante... No entendía como podía ser tan visible y marcado esas personalidades tan contrarias. Cambiaba repentinamente de una mirada oscura a una cálida que incluso el ambiente parecía cambiar a su alrededor, como si se moviesen a su voluntad.
Ella enarco una ceja, pues no entendía exactamente a que se refería con "algo dulce". —¿Disculpa? Creo que no estoy entendiendo lo que estás diciendo—. Ésta vez entrecerró los ojos al verlo sonreír de aquella manera, tan despreocupado de su alrededor como si nada pudiese tocarlo.
Ella enarco una ceja, pues no entendía exactamente a que se refería con "algo dulce". —¿Disculpa? Creo que no estoy entendiendo lo que estás diciendo—. Ésta vez entrecerró los ojos al verlo sonreír de aquella manera, tan despreocupado de su alrededor como si nada pudiese tocarlo.
A medida que se acerca, su aura se tornaba seria y sombría, como una tormenta que se cierne sobre el horizonte. Su mirada, antes juguetona, se convierte en un abismo de acertijos profundos. La curiosidad de la pelirroja no pasa desapercibida para él, y el peso de su presencia parece aumentar con cada paso. Sin embargo, como un cambio de estación repentina, su expresión se ilumina. La sombra cede ante la luz y su postura se relaja en un gesto despreocupado. —¿Qué te parece si dejamos atrás los misterios por un momento y compartimos algo dulce? — Propone con una sonrisa traviesa. La dualidad en su ser se refleja en su transformación, de un enigma oscuro a un anfitrión encantador, invitándola a explorar no solo los secretos, sino también los placeres simples de la vida.
ZV1566403 · F
Nota aquella sonrisa juguetona y puede darse cuenta que es alguien extremadamente confiado. Esa clase de actitudes en batalla puede ser perjudicial para cualquier persona. Aquél albino le daba la impresión de ser alguien irresponsable y que pocas cosas las tomaba en serio.
Conforme se acercaba a ella, podía observarlo mejor. ¿Qué clase de hombre sería con semejante poder? Eso le causaba curiosidad aunque las palabras que salieron de la boca ajena fue lo que la mantuvo más interesada.
—¿Una propuesta? ¿Y que clase de propuesta sería esa, Satoru Gojo?—. Enarca una ceja mientras se cruza de brazos, sonriendo ladina.
Conforme se acercaba a ella, podía observarlo mejor. ¿Qué clase de hombre sería con semejante poder? Eso le causaba curiosidad aunque las palabras que salieron de la boca ajena fue lo que la mantuvo más interesada.
—¿Una propuesta? ¿Y que clase de propuesta sería esa, Satoru Gojo?—. Enarca una ceja mientras se cruza de brazos, sonriendo ladina.
"¿Quién eres tú?", fluye la pregunta de aquellos labios escarlata, pero el albino permanece imperturbable. Su sonrisa, eternamente juguetona, se despliega como las olas danzantes del océano. Su mirada, una mezcla de tranquilidad y desafío, encuentra la suya con la certeza de quien domina los secretos. — Soy el equilibrio entre la oscuridad y la luz, el guardián de los enigmas no resueltos. — Murmuró con voz que lleva consigo la seguridad de quien conoce las respuestas a preguntas no hechas. Su actitud, una danza de despreocupación y poder, revela solo las capas superficiales de su insondable ser. La sonrisa, un arma tan afilada como su jujutsu, esconde tras de sí mundos aún sin explorar, y en su mirada y en sus palabras se entrelazan los hilos de un destino insondable. — Me llamo Satoru Gojo y vengo a hacerte una propuesta. —
ZV1566403 · F
Amaba el ambiente tranquilo y relajado en el que se encontraba, aquella hechicera pelirroja se concentraba mejor entre la naturaleza. Sentir su cabello ondear debido al viento que soplaba gentilmente le daba una energía limpia; pero no tardó en notar algo extraño... Una energía que nunca antes había percibido.
Abrió sus ojos verdosos y miró al chico que se encontraba frente a ella, admitía que era bastante atractivo pero lo que cautivó su atención fueron esos ojos azules... Parecía estar mirando el cielo y el mar juntos.
—¿Quien eres tú?—. Lo cuestionó con curiosidad sin quitarle la mirada de encima pues no parecía querer herirla, pero era difícil saberlo.
Abrió sus ojos verdosos y miró al chico que se encontraba frente a ella, admitía que era bastante atractivo pero lo que cautivó su atención fueron esos ojos azules... Parecía estar mirando el cielo y el mar juntos.
—¿Quien eres tú?—. Lo cuestionó con curiosidad sin quitarle la mirada de encima pues no parecía querer herirla, pero era difícil saberlo.
En la encrucijada de destinos entrelazados, el prodigio de la hechicería, emerge con elegancia y poder. Su figura envuelta en un manto de misterio y dominio absoluto. Los rayos del sol parecen doblegarse ante su presencia, acariciando su cabellera alborotada, revelando destellos plateados que rivalizan con las estrellas.
Howdy. ~
En el rincón del cosmos donde la realidad y el encantamiento bailan, se encuentra ella: una musa de fuego, melena pelirroja ondeando como llamas danzantes. Sus ojos, dos joyas centelleantes, se cruzan con la mirada penetrante de Gojo. Entre el aura carmesí y la calma del azul profundo, el encuentro es uno ideal para un evento casual.
Howdy. ~
En el rincón del cosmos donde la realidad y el encantamiento bailan, se encuentra ella: una musa de fuego, melena pelirroja ondeando como llamas danzantes. Sus ojos, dos joyas centelleantes, se cruzan con la mirada penetrante de Gojo. Entre el aura carmesí y la calma del azul profundo, el encuentro es uno ideal para un evento casual.
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