—¿Yo tendré la culpa? Pero si yo no soy la que está salivando de puro gusto y antojo [?]—. Se cruza de brazos mientras lo observa con una sonrisa divertida.

Se sacudió la saliva con el dorso de sus dedos aunque seguía pasmado en su belleza.— No, no pasará y si sucede tendrás la culpa.—

—Ten cuidado, Skah... Estás babeando el suelo y podrías resbalarte—. Le parece tan adorable que esté completamente ido por su apariencia.

— Me encanta reluce tan bien en ti. — Se queda embobado que por poco se le cae la quijada.

—¿Te gusta~?—. Da una vuelta y sonríe coqueta.

— Hermosa.~