» Ella bajó la mirada sobre ellos con fríos ojos verdes y no tenía miedo, causó la destrucción de esa manera, como lo habría hecho él. En el sueño, se estaban riendo juntos en toda la hermosa ruina que les rodeaba. Estaban de pie suspendidos en el mar, no podía hacerles daño, destrucción era su elemento. Estaba mirando hacia abajo mientras se reía, arrastrando sus blancas manos de luz de luna en el agua. Cuando ella alzó sus manos que estaban a oscuras, goteaban: él se dió cuenta de que el mar era sangre. «