—No soy perfecta, mi escritor. Pero quiero ser digna de ti—. Sonríe dulce al hablar manteniendo ese pequeño frote de sus narices mientras sus manos se pasean por la espalda de su amado.
— Mi Scarlett, eres tan perfecta. — Frotaban sus narices y se mantiene aferrado a ella, la felicidad parece escapar y después volver cuando ambos se abrazan con tanto amor.
Acaricia la punta de su nariz con la propia mientras sonríe, justo ahora siente una felicidad inmensa de tener a alguien como él a su lado, alguien que le hace tanto bien. —Te quiero... Te quiero mucho—.
— No te soltaré, si caes estaré contigo para alzarte y que sigamos caminando juntos. — Unen sus frentes, mirándose uno al otro y a la vez alza las manos para envolver a su novia entre sus brazos.
Ríe al escucharlo, lo que siente por él sigue sorprendiendola pues cada gesto la anima a mostrarle lo que siente por él; junta su frente con la de su amado sonriéndole con amplitud. —No me sueltes... Por favor, pase lo que pase no sueltes mi mano que yo no soltaré la tuya—.
Recargo su mejilla a un lado donde esos pulgares lo reclaman, esas caricias lo adormecen pero se eleva hasta el cielo con solo mirarla. — Te quiero , mi amor. Me haces muy feliz, que no te voy a soltar; no, no, no y no.
Toma el rostro de su novio entre sus manos dejándole suaves caricias con sus pulgares. —¡Te quiero demasiado! ¿En serio, mi vida? Porque ti me haces sentir de la misma manera—.
