— Judal. Gran Magi para ti, llamita (?)

El fuego es todo lo que soy... Mujer

— Soy una persona que se dedica al negocio de forjar reyes y reinas. Mucho cuidado, chico fuego. — mencionó sutilmente.

— Supongo que has de ser una persona sabia... O muy tonta —Replico apretando los puños, le parecía una gran ofensa, pero era una dama, y jamás levantaría la voz demasiado ante una ni su fuerza — Y quizás llegue a ser polvo en las cenizas... Mi tío suele decir eso...

— No creo que tengas determinación para ser rey. Por lo menos ahora, supongo que tú fuego un día arderá más, más con tu ser. — La vergüenza se nota en ese rostro dañado seguramente con fuego. No lo sabía. —

— Tch... —Aquel comentario provocó que el de cabellos negros se molestara un poco, algo de vergüenza se notaba en su ser mientras bajaba la mirada — He sido desterrado de mi nación, delegado de mi puesto y despojado de mi honor —Por fin admitió de manera sensata, pero en última instancia levantó la mirada — Pero... No es algo permanente.

— Has sido un candidato a rey. Pero. . Por ahora ¿Se ha obstruido ese camino? — A veces solo hablaba por aquello que percibía. No podía evitarlo, era un magi. —

— Entonces solo manejas el hielo... (Es una persona peligrosa si materializa tal elemento) —Respiro hondo para luego desviar la mirada tapando su marca en el ojo— ¿De qué habla? —Menciono sin responder la pregunta—

— ¿Maestro del agua? No. No. No. Solo utilizo el hielo. . El rukh me permite utilizar algunas otras formas de poder. Pero el hielo es mi favorito. — La magi lo observó de reojo — ¿Que te ha sucedido chico? —

— Quiere decir que es una maestro agua... —Por un momento sus ojos se entrecerraron mostrando desconfianza, pero suavizó inmediatamente su mueca— Eres mi opuesto... En mis tradiciones, el agua da pie al hielo por lo tanto debes manejar el agua también ¿o me equivoco?