¡Si Harumin estaba dudando eso significaba que estaba perdida!. Cerró sus ojos tratando de no llorar pero fue sorprendida por pequeños toques en su estómago que pronto le hicieron reír un poco. — ¡Basta, basta! — se removió y colocó sus manos enfrente como protección. — Al final solo importa si soy yo misma...¿No?...
Se llevó la mano a la cabeza, por un momento olvidó el motivo de la creación de un nuevo look. Yuzu luchaba porque su hermanastra la aceptara, no era momento de centrarse en el romance. —¡Que torpe! ¡Es un atuendo para una cita! ¿Crees que debería prestarte algo más decoroso?...— No tenía idea si Mei tomaria bien que su hermana mostrara tanta piel. Llevó su índice al estómago de la rubia, pokeando repetidas veces.
—Pwah!! — Rápidamente se apoyó en la pared al sentir el efusivo golpe de su amiga en la espalda. Suspiró retomando la compostura y después miró el reflejo de ella y Harumi. — ¿Una cita?...— y de nuevo comenzó a idearse un sin fin de cosas, no sabía exactamente si era una cita el salir con Mei de esa manera.
—¡No te preocupes por nada Yuzucchi!— Le dio un golpe en la espalda, aunque como siempre se pasó de efusividad y de fuerza. —Owww, verte feliz es mi más grande recompensa. Luces tan linda que hasta yo te pediría una cita.~
Perdón, Harumin...no he hecho más que pedirte favores, tendré que compensarte de alguna manera todo lo que haces por mi. — Se mira al espejo atentamente, la ropa de su amiga podía ser un poco más grande pero no le quedaba nada mal.
