«Sus ojos son rojos como alquequenjes, y tiene un cuerpo con ocho cabezas y ocho colas. Su tamaño llega a ocupar ocho valles y ocho colinas. Su panza siempre está inflamada y cubierta con sangre.» — Ashinazuchi describiendo Yamata no Orochi.
Yuna no desconoce por completo su origen, su nacimiento se remonta a tiempos antigüos, cuando el gran dragón Yamata no Orochi murió.
Cuando el Dios Susanoo eliminó al gran dragón cortando sus cabezas y colas, la misma deidad dividió su alma en ocho recipientes; artefactos malditos y cuerpos de criaturas dándoles un gran poder. De esta manera el gran dragón a modo de venganza continuó atormentando y siendo influencia para los malos actos que se llevaron a cabo por la humanidad durante los siguientes siglos. Fue hasta que gracias al poder del espejo sagrado de Amaterasu Ō-Mikami, Yata no Kagami. Fue posible sellar la maldad de Orochi de una vez por todas. Su alma fragmentada sigue existiendo sin tener aún el poder para hacer daño, aún así se teme que algún día esta maldad despierte nuevamente y tome la fuerza suficiente para volver a dañar a la humanidad.
Respecto a los cuerpos que portaban un fragmento del alma de Orochi, permanecieron en un letargo que debería ser eterno, fue hasta que la cueva celestial fue abierta que estos tres cuerpos despertaron y fue así que se inició una cacería por detenerlos, logrando contener dos de ellos mientras que uno aún se encuentra perdido.
Yuna adoptó la forma de un dragón blanco, intentó pasar desapercibida ocultándose en las montañas o lugares aislados, fue hasta que los cazadores cuya misión era sellar el mal la encontraron, por suerte escapó y herida logró encontrar refugio. No podía ocultarse para siempre, mantendría una forma humana para ganar tiempo. Ahora le debía la vida a su salvadora y más importante una explicación de su cacería.
Your true face... What kind of face is it? I wonder... The face under the mask Is that your true face?
