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La única estrella del amanecer
About Me
About Me
[med]✰彡ASPECTOS ELEMENTALES ✰彡[/med]

˖✦Nombre:: Yun-Eun Duri

˖✦ Edad cronológica: Diecisiete años

˖✦Fecha de nacimiento : 12 de marzo, 2002 (Piscis)

˖✦Lugar de nacimiento : Jeonju, Corea del Sur

˖✦ Peso : 52 Kg.

˖✦ Altura : 1.61 cm.


+ + + Little more + +


~. Su nombre es un juego de significados. Literalmente ''Bondadoso dos''
~. Duri venera la ternura de los conejos.
~. Tiende a tener un apetito desmesurado, pero no precisamente para lo sano...
~. La verdura favorita de Duri es el maíz. Especialmente si fue cocido con mantequilla.
~. Soporta el frío, pero su clima favorito es el nublado-templado.
~. 'Shiro' es su vocablo perfecto. < 3
~. Ama los días lluviosos y esa clase de silencio común que expresa más que gritos.
~. Podrá dejar en descubierto su torpeza, pero detesta enmudecer si puede rebatir.


✰彡 ASPECTO FÍSICO ✰彡

Ojos rasgados de un pigmento dorado jalea. En términos más técnicos hazel. Así es la mirada de Yun-Eun Duri o sencillamente Duri.

Los rasgados ojos de Yun-Eun se asemejan con la prosperidad de un mañana de sol refulgente. Correspondía lo más destacado de su apariencia, por todo lo demás ordinaria, al menos a primera impresión. Inculta de la industria estética, su blanquecina piel de rubor pálido, parece estar siempre lavado con agua fría.

Sus facciones no representan ningún artífice excéntrico o hermoso. La nariz es simétrica para la proporción de su rostro de contorno oval. Los labios de tonalidad carmín, aparte de la frase *¡Que lo disfrute* - Ella se dedica a repartir desde comida rápida hasta panfletos 'rojos'- exhibían la aridez de un clima insistentemente frío.

Haré un énfasis por aquí, pues ya creo que tiene algo especial en su porte, ¿especial? es poco decir: ¡Si hasta podrían resultar la atracción principal en un museo! Hablemos de aquellos cachetes, por poquillo, de jebe literalmente. Asombrosamente elásticos, la naturaleza parecía atribuirle una ventaja para una de las cosas que más veneraba en el mundo: Comer.

Su delgado -aunque no de top model talla extra smal- adora vestir lo más cómodo posible; esto facilita no sólo los quehaceres de una vida activa, sino ¡Correr y explorar! Aficiones apreciabas por ella, pues ''son la mejor forma de olvidar un mal rato''

Cabello (en su período en Jenjou, en la actualidad lo lleva sin fleco y con más longitud) castaño-cítrico, recortado hasta el mentón con la tijera de trabajos manuales para la escuela. Además, un copete recto por encima de las cejas.

De hablar un tanto atropellado, tenía dificultades para expresar a limpio las ideas que producían realce en su cabeza.

Su voz sosegada tenía una singular entonación en las consonantes, pues solía darles un efecto balbuceante.

Taquígrafa amateur. Los días anchos en acción pero estrechos de intimidad, no le permiten sondear en una reciente afición, por ello este método le resta trabajo. Aunque hay que verla a veces, cuando desconoce sus propios códigos...

Últimamente Duri describe por esa vía, datos a propósito de sucesos que cree sólo ocurren dentro de su cabeza al dormir. No obstante, más de una vez ha pensado que, no por el hecho de ocurrir sólo en su subconsciente, no sean reales, lo que se verificará dentro de un par de años.

Los que la conocen (desde los vecinos hasta sus ostentosas compañeras) no ven ningún misterio en ella, pero... ¿Podrían continuar alegando esto, después de saber el pasado de Yun-Eun Duri? La hija de una mujer humilde o.. ¿La hija de una maga tenebrosa?


[med]✰彡 HISTORIA ✰彡[/med]
Callejón dormido, Jeonju, CDS
Año MMXVI, 12:24am.

La vida de Yun-Eun Duri se fragmenta en dos, como un libro.
En el primero: Su pretérito, lleno de cabos sueltos y lagunas en su mente. Su madre adoptiva atribuye lo ocurrido con un accidente que dañó sus recuerdos. Apesar de caer en lo liado, no modificaría su versión hasta el contigo ''accidente''...

En el segundo: Su presente, Yun-Eun Duri es una adolescente de quince años apenas cumplidos. Goza apenas de ningún mérito como estudiante (aunque es célebre por sus carreras) pero sí como hija. Desde sus cortos ocho años, ha sustentado el pan en su casa para su mamá.
Sin fotografías de su niñez en el álbum familiar, ni memorias en su mente de sus días inocentes, o mínimamente alguna rabieta infantil típica de los niños, Duri siente un vacío dentro de sí. Pues aunque ama a su madre, siente una cortina de confusión como inquietud.

Duri ha intentado olvidar por lo sano esas ideas sin cabeza ni pies, pero no puede ignorar una herida negruzca, casi viva, casi abierta, cerca de su cuello.
-Sacude la cabeza despejándose-
Bueno, quizás resulte que mi hermano pérdido es un chiquito con gafas o por ahí un desnarizado me quiere matar...
Bromeaba al bañarse, echándose con brío una cubeta de agua glacial.

Más de una vez le pareció que sus ojos emitían un destello rojizo frente al espejo, al tiempo que recibía una molesta capa de ardor en toda la nuca. En esas anecdotas embrolladas, se suma la vez en que respingó la manilla de las cucharas con su sola mirada, en una frenética rebeldía momentánea.
Pero ella parecía encontrar lógica en todo lo raro, (El maestro me colocó ocho, ¡Ocho! Y debería admitir que merezco un 10, mínimo) después de todo, las cosas así solo ocurrían en cuentos medievales o...
''En los shows de Broadway, no debería a ser jugar a ser Sherlock''
~
Hasta que....
Una noche de lluvia interminable, a Duri le urge internarse por un camino hasta ahora desconocido.
Ya había arropado con cuidado a su madre, quien dormía respirando afiebrentada. Se cubrió hasta los labios con una manta, deparándose hacia su sino.
Poco le importó si eran más de las 12:am o que en cada paso la tierra húmeda penetrase su calzado. La voluntad sólo desea obedecer a esas voces caústicas como silibiantes, que la llamaban desde lo alto, desde lo bajo, incluso dentro de su cabeza: Regresa, regresa, tú eres nuestra...

Súbitamente, se presentó otro escenario, no era Jeonju, ¿Pero qué sitio era? No sabía cómo se había conducido a tal punto, no recordaba más que esas voces, ¿Pero de quiénes eran? Con el corazón a mil por hora, Duri gira en círculo hacia ese paradero extraño. Era un bosque, un bosque de árboles raídos, sin hojas, de troncos bañados de sangre.... Sangre que goteaba de cadáveres guillotinados. Cada miembro parecía haber sido brutalmente picado, aún se podía contemplar el gesto fantasma de un horror cercano a la locura.
A la escena le siguió un dolor de cabeza que gobernaba su cerebro. No podía apartar la mirada de ahí, aunque deseara ver cualquier otra cosa.

Entonces, ese silencio perturbador sólo interrumpido por sus jadeos incontrolables, fue roto.
''La vida y la muerte nunca se verán a sí misma,
Una voz que rebosaba placer sádico se hacía más cercana, Duri tardó una milésima en volverse hacia atrás, pero desperdició tiempo. Las agujas habían penetrado en su cuerpo, más de mil, pequeñas e imperceptibles. La sangre se desfogaba, cubriendo su piel, sus ropas... El dolor le cortaba la voz. Si estaba de pie, nada más era porque se sentía disecada en esa posición, no podía controlarse...
Te mostraré... El valor real de la muerte.''
Se estremeció internamente. Una mano tan grisácea como una piel sin sangre ni vida, abraza su cuello. El jadeo se torna más violento, las pupilas ven al fin a ese ser, lo que sea, tenía apariencia de hombre, pero más que un hombre parecía una bestia... Los ojos eran blanquecinos, con un puntillo negro tras ellos, la mirada era la de un enloquecido. Se relamía de una boca pegajosa, babosa... Era repugnante. Y sin embargo, tras todo eso, ella sentía que no era la primera vez, no era la primera vez que esa figura esquelética, oculta por largos cabellos rojizos, de figura esquelética, cuyo abdomen subía y bajaba con un desagradable sonido.
Sentía que se ahogaba al tratar de hablar, pero lo intentó...
-Tú...
-Sangre humana, bastarda, tú robaste.... Mis poderes...
En las pausas, estrujaba su cuello. Y ella sentía que eso era la muerte, pues todo se nublaba, todo.... Pero no, de un fuerte empujó, cayó hacia la tierra. Ya podía moverse. Y pudo ver su piel ensangrentada, solo un segundo, para después recibir el filo de una cuchilla posarse en la superficie del cráneo, los vasos sanguíneos sentían quemarse, vociferaba sin cesar trastornada por el dolor.
-Ten...
Le arrojó una espada, acto seguido, la bestia afiló unas garras como de animal, pronunciando con una voz afectada por el placer que sentía
-Matáme si eres capaz. Acaba conmigo.
Ella a duras penas podía ser consciente, pero él continuaba mostrando ese manojo de garras y ella debía, debía, ¿podría...?
Pero sólo pagó con dolor. Sus palmas llenas de sangre al sujetar el cuchillo lo más fuerte que podía por el filo no le ocasionaban efecto alguno. Y con el dolor más estrepitoso que experimentó un poco a la derecha de su corazón, ella estaba muerta.

Cuando despertó, estaba en el suelo, vomitando esa sangre entre viscosa y guinda. El sudor caliente asaltaba todo su rostro, ¿qué ocurría? ¿Cómo es posible traspasar dos realidades? Nunca había soñado, siempre era real, siempre... Otro charco de sangre cubrió el suelo, su cuerpo estaba intacto, pero el dolor no cesaba.
¿Cómo podía respirar un muerto? Si falleció cuando era una niña de diez años, ¿Cómo cumplió los dieciséis? En el árbol, uno de los cuerpos tendidos, era el de una mujer cercana ella, de eso estaba segura... Sobreponiéndose, trastabilló tratando de dar pasos, sólo necesitaba un recuerdo más, todo quedaría claro, pero al intentar dar un paso, ese ligero esfuerzo físico fue demasiado. Su cuerpo se derribó. Cuando volvió en sí, permaneció unos días en la clínica, con dictamen de hemorragias en observación, había dicho el médico. Después del alta, volvía a ser Duri, Yun-Eun Duri, la estudiante de quince años. O quizás no.


~PSIQUE~

Radiante como una puesta de sol. Le disgustan las farsas. No desea pretender nada que no sea en esencia. La sonrisa no parecía gastarsele, pues su personalidad era cariñoso como afable. Eso sí, a veces también cabezota...


Aprendizaje de la Magia Azul