Inadaptado, lambiscon, tóxico, incongruente, ególatra, soberbio, hipócrita...
Vaya, cuantos apodos para quien no se han tomado la molestia en conocer. ¿Realmente he dado esa imagen o es que alguien se las ha plantado en la cabeza? Es una pena que mi reputación ya se vea tan demacrada cuando ni siquiera tiendo a hablar por temor a ello.