« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Ahí se dio cuenta Gaikos de lo ingenua que era esa criatura, sin lugar a dudas, el consejo que le dio respecto a permanecer en el reino nevado fue, probablemente, el más acertado que pudo darle a alguien en toda su vida. Mientras ella expresó terror su rostro se deformó ante la combinación de la lástima, la satisfacción y algo de complacencia para con ella: «Pobre, pobrecita», ese pensamiento resonó carente de ironía en su consciencia, aquella atestada por conocimiento profano y visiones inenarrables del cosmos entrópico; lo peor de todo es que nada de lo que le dijo fue una mentira—. Las mentes imaginativas pueden hacer de todo un ingrediente, algunas escuelas de magia incitan al descubrimiento, la curiosidad —una forma aceptable de decir que todos los arcanos eran unos dementes, nada que ella tuviese que saber de resguardarse entre la nieve— ¿Tienes amigos, Yuki?, ¿te llevas con los de tu especie? —preguntó con un tono más normal.
Add a comment...