[...] solo era una anécdota alocada, una más, pero en esta ocasión puso en riesgo la vida de una criatura totalmente inocente y ajena a todas las ambiciones putrefactas que poseía. ¿Le importó? Por supuesto que no, incluso trató de sembrar esperanzas al regalarse una sonrisa cálida y extenderle la mano a la de hebras azuladas— ¿Vamos? No es tan largo como parece, podemos lograrlo —trató de animarla, mas era mentira, el puente era largo, difícil e impiadoso... Pero con cuidado, existió la posibilidad de cruzarlo, es por eso que él se arriesgó, pues existió posibilidad.

Cuando ella preguntó él intentó divisar hacia los costados de esa gran caída asegurada, solo el inmenso vacío del terreno se halló, esa grieta de interminable altura que marcó el fin de toda aventura, al parecer era la única manera de regresar a la ciudad sin tener que perder el día en ese hostil lugar—. Conozco algo parecido, nos podrá sacar del apuro —admitió sin mirarla a los ojos, sino que toda su atención se la llevó el horizonte desesperanzador—. Vamos a intentarlo, no te olvides que hay bestias cercas, no deberíamos perder más tiempo —con seriedad habló y luego buscó los áureos ojos de la elfa gélida. Pareció jamás estar más seguro de algo, pero la verdad es que su propuesta era muy poco seria ; claro que ella no lo sabía, pero como muchas veces en la vida, Gaikos decidió apostar su vida, desafiar a los silentes dioses de la montaña en un juego donde se halló en total desventaja y llegar a destino antes de que la noche marque el indiscutible fin del camino; de estar [...]

levitar? —preguntó la joven de cabello azul, un poco desanimada al ver como su caminata se vió interrumpida por ese puente. — No se si haya otro camino para cruzar, podríamos seguir explorando —dijo la chica no sonando muy segura de lo que decía.— No puede ser el único camino, me niego a pensar que solo existe este puente —La molestia se pudo notar bastante en su dulce voz porque la arruinaba, no parecía la misma elfo.

El escenario con el que se toparon no era alentador, continuar la caminata implicaba riesgos como por ejemplo pasar largo puente en condiciones en la cuales no podían depositar confianza alguna. La peliazul tragó saliva al ver como se podía ver un abismo blanco bajo el puente, miró al contrario y respondió con una negación, moviendo su cabeza— Los hechizos para levitar no son mi especialidad — admitió y se quedó unos segundos encogiendose de hombros con pena— No creo que podamos pasar, las maderas congeladas podrian hacernos resbalar o lo que es peor, hacernos creer que los pedazos de madera están firmes cuando no lo están — explicaba sin quitar la mirada del material con el que estaba hecha esa construcción ya maltrecha por el pasar de los años. Quizá los primeros en poblar ese lugar lo habian construido como una conexión con el otro lado, siempre con el proposito de asentarse en esa zona tan sobria y discreta a pesar de todos los mitos que abundaban — ¿Tu no sabes algun hechizo para

Se sorprendió un poco al saber que había un lugar aún más frío que aquel, no obstante, la sorpresa no le duró demasiado, prefirió dejar pasar esta información, resguardarla al querer cambiar de tema—. Está bien, lo tendré en cuenta —tras mustiar algo tan escueto y asentir a su propia voz, dejó escapar un ínfimo suspiro, el vaho se fugó de los labios, dicho humo acabó perdido a lo largo del horizonte teñido tanto de blanco como también de celeste, frente a ellos un extenso puente de madera se halló, era un cruce particularmente largo y peligroso, pero necesario para alcanzar su objetivo— No conoces algún hechizo para levitar, ¿verdad? —se detuvo a varios pasos del primer eslabón de madera prácticamente congelada—, esta clase de puente parecen los que se rompen con facilidad y los que comienzan una aventura innecesariamente rebuscada...

- Mmm... - se quedó un poco pensativa ante la pregunta de su acompañante. Lo recordaba pero no creia realmente que se sigan juntando en el sitio que ella pensaba, esos elfos eran astutos y se escurrían como serpientes para no quedar a la vista de los que iban por sus cabezas- Pues... no muy lejos de aqui hay glaciares - informó ella , recopilando en su mente toda la información que poseia de ese punto de encuentro.- No sé si seguiran apareciendo allí pero si quieres evitarlos será mejor que no vayas para ese lado. Además ese sitio es mucho mas frio que este... Supongl que son elfos como yo, con mucha resistencia al frio -

Disimulo su alegría cuando escuchó respecto a los negocios sucios de aquellos elfos "no buenos", uno de los objetivos pretendidos era poder tratar con uno. Empuñó la mano lejana a ella, la agitó una única vez para manifestar y a su vez, calmar la euforia de la victoria a través de ese gesto mientras su expresión lamentó esas prácticas tan convenientes para los de su clase—. Y yo que pensaba que aquí encontraría solo negocios lícitos, la corrupción esta presente en todos los reinos —afligido fingió empatía por ella, pues con la suficiente demanda hasta pudo existir peligro para los de su clase— ¿Sabes dónde se juntan? Así cuando me vaya podré evitarlos también —preguntó manteniendo el falso sentimiento en su sonrisa, hasta se atrevió a mirarla a los ojos el descarado.

mirando a su alrededor un momento y luego volviendo a depositar sus ojos sobre los del contrario- No me extrañaría que esten relacionados con los hechiceros que quieren partes nuestras -

- ¿Al descubrimiento de descuartizar elfos? -preguntó ella temerosa, con una mueca plasmada en el rostro y una mirada completamente ausente porque estaba sumida en su imaginación, en lo que podrian llegar a hacer los hechiceros para tener los ingredientes para sus más complejos y poderosos hechizos. Un escalofrío le recorrió toda su espina y sacudió un poco su cabeza para apartar cualquier otro pensamiento acerca de los malos hábitos de los paladines de magia- Ehm, si... Tengo amigos, aunque muy pocos están por aqui. La mayoría son como tú, son viajeros y no se mucho de ellos, no mandan cartas con frecuencia -le explicaba ella y luego suspiraba, haciendo que vapor emergiera de su boca al expulsar aire caliente a ese ambiente tan gélido.- Con respecto a los de mi especie, si, si me llevo muy bien, solo evito a los que no tienen buen humor o los que no son buenos. Existen mucho de esos por estas tierras pero trato de no relacionarme con ellos, hacen muchos "negocios" raros. -decía

Ahí se dio cuenta Gaikos de lo ingenua que era esa criatura, sin lugar a dudas, el consejo que le dio respecto a permanecer en el reino nevado fue, probablemente, el más acertado que pudo darle a alguien en toda su vida. Mientras ella expresó terror su rostro se deformó ante la combinación de la lástima, la satisfacción y algo de complacencia para con ella: «Pobre, pobrecita», ese pensamiento resonó carente de ironía en su consciencia, aquella atestada por conocimiento profano y visiones inenarrables del cosmos entrópico; lo peor de todo es que nada de lo que le dijo fue una mentira—. Las mentes imaginativas pueden hacer de todo un ingrediente, algunas escuelas de magia incitan al descubrimiento, la curiosidad —una forma aceptable de decir que todos los arcanos eran unos dementes, nada que ella tuviese que saber de resguardarse entre la nieve— ¿Tienes amigos, Yuki?, ¿te llevas con los de tu especie? —preguntó con un tono más normal.