- Si Yui, yo te espero. -Asintió obedeciendo a la joven, mientras Sapphire se sentó en una de las sillas de aquella mesa en pleno jardín.-

¿Dibujar? Bueno, te puedo dejar para que dibujas, pero tengo que traer mi cuaderno aquí en el jardín. Aquí tenemos una mesa con sillas. ¿Me esperas aquí por favor?

- Dibujar es lo que me gustaría hacer. -Mencionó preocupada por la muchacha de rubio cabello y alma angelical. Sabía que no podía dejarla sola y debía planear alguna manera de que ambas escapen juntas.-

Gracias mi pequeña, pero no me veo tan hermosa.
-la rubia se sorprende un poco por aquella pregunta, luego sonríe un poco -
No te preocupes por mi, pequeña. Estoy bien. Dime ¿que te gustaría que jugamos?

- Tú también lo eres, Yui. -Expreso posando esa cándida mirada en la joven rubia.- Yui, ¿Porqué siempre estás triste? -Dijo preocupada aquella niña que también pasaba por una situación similar.-

-la chica sonriendo sigue la pequeña hasta que llegan en el jardín -
¿Te gustan las rosas?
-se acerca hacia un arbusto y rompe una rosa y la coloca en el cabello de la menor, detrás de su oreja-
Eres muy bonita, pequeña.

- ¿De verdad jugarías conmigo Yui? En ese caso acepto. -Sujetó la mano de la chica para buscar la salida y estar en el enorme jardín rodeado de arbustos con rosas.-

-se pone de pie y antes de entrar, se detiene y sonriendo la detiene colocando su mano en el hombro de la pequeña-
¿Que dices si vamos a jugar algonquinos en el jardín? Es mejor si nos quedamos fuera, es un día bonito. ¿Aceptas?

- Yui, todo bien por el momento, el día de hoy la maestra ni asistió y todos estábamos felices, pero pude escapar de nuevo y venir a jugar contigo. -Mencionó con aquella felicidad en su rostro, nuevamente adentrandose a la mansión Sakamaki.-

-la chica baja su mirada hacia a la pequeña y regala una sonrisa amable y se pone en rodillas abrazando la suavamente-
Sapphire, te extrañé mucho.
-besa su pequeña cabeza y se aparta de ella-
¿Como estás? ¿Todo bien contigo, pequeña mía?